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Hace algunos años el psicólogo y dramaturgo peruano Jorge Castro tuvo una interesante idea “contrafáctica”: ¿qué hubiera pasado si a la dictadura militar peruana de fines de los años sesenta enviaba una nave espacial tripulada a la luna? Llevó esa idea a un grupo de reconocidos dramaturgos — Mateo Chiarella, Héctor Gálvez, Gino Luque y Gerardo Ruiz— y juntos desarrollaron el guion de la obra teatral Astronautas, una comedia que fue exitosamente puesta en escena en el 2011, bajo la dirección del propio Castro. Siete años después, y con motivo de los 50 años de esa hipotética misión espacial, Astronautas ha vuelto al escenario, esta vez en el Teatro de la Universidad del Pacífico, en una temporada que se acaba de iniciar y que se prolongará hasta el 28 de mayo.
Solo son tres los personajes que vemos en escena, los tres astronautas que conforman la misión y a los que solo conoceremos por sus nombres claves: Ayar Manco (interpretado por Eduardo Camino), Ayar Uchu (Óscar Meza) y Ayar Cachi (Manuel Gold). Inicialmente los encontramos preparándose para la aventura, bajo las órdenes de un misterioso personaje invisible (la voz en off de Mikhail Page), un proceso en el que van asumiendo los enormes riesgos del viaje. Finalmente, en la segunda mitad de la obra, los vemos en el mismo viaje, afrontando todos los peligros y problemas inherentes a una que los lleva a peligrosas situaciones que afrontan a veces con heroísmo y a veces con cobardía. A estos tres personajes se suman, a lo largo de las acciones, videos “actuales” con testimonios de algunos ancianos, amigos y parientes de esos astronautas.
Astronautas pretende ser, más que nada, una irónica reflexión acerca de una amplia gama de temas que van desde el autoritarismo militar (los tres astronautas obedecen las arbitrarias órdenes de la voz en off sin cuestionarlas, y cuando pretenden hacerlo se producen algunos de los momentos más cómicos), hasta el patrioterismo (no el patriotismo, sino su exaltación irracional), pasando por el machismo y los rígidos estereotipos sociales de una sociedad tan marcadamente segmentada como la peruana. En este último sentido, los tres personajes resultan casi arquetípicos: Ayar Manco es el militar limeño, engreído y prepotente; Ayar Cachi es un científico, físicamente débil y torpe, sin ningún talento social (sobre él recae buena parte de la carga cómica de la obra); mientras que Ayar Uchu es un provinciano, siempre amable y solidario con sus compañeros.
Y si bien en los aspectos críticos y humorísticos Astronautas no decepciona, lo más interesante está en la misma puesta en escena, en la forma como se “crean” los diversos espacios de la ficción —que van desde campos de entrenamientos hasta el interior de la nave espacial e incluso un “caminata” espacial— empleando una escenografía minimalista: unas cuantas estructuras de fierro, que limitan los espacios de cada ambiente. Por supuesto, esa escenografía se complementa con un acertado manejo de luces y sonido, así como un interesante conjunto de efectos especiales (el humo y los decorados de fondo, por ejemplo). Hay que destacar también la variedad de recurso “físicos” de los actores, que logran convencernos de estar en situaciones tan extrañas como caídas libres, ingravidez, aceleraciones extremas y muchas otras. Por todo ello Astronautas resulta una obra divertida e interesante, una original combinación de comedia, historia y ciencia ficción.
Astronautas se presenta de jueves a lunes a las 8:30 p.m. (domingos a las 7:00 p.m.) en el Teatro de la Universidad del Pacífico. Jr. Sánchez Cerro 2121. Jesús María
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