Hugo Palma

Saquear, hipotecar y asegurar su impunidad

La podredumbre de la clase política se huele en todas partes

Saquear, hipotecar y asegurar su impunidad
Hugo Palma
01 de octubre del 2025

 

Los lumpen politicastros que mangonean en el país celebran alegremente el año de pobreza, desprecio y sufrimiento que impondrán al pueblo peruano. Sin freno, vigilancia ni sanción, harán lo que sea para incrementar su poder y patrimonios. Y de su codicia y perfidia no se librará ni el compatriota más pobre. Sus propósitos son clarísimos y están frenéticamente empeñados en lograrlos cuanto antes. En claro, lo que no podrán saquear en estos meses lo dejarán hipotecado; y se aferrarán al poder pues si el Perú se recuperara, qué sería de ellos. 

¿No lo cree, respetado lector? Es su derecho. Pero será su deber asumir las consecuencias cuando su despiadada bestialidad golpee aún más a usted y su familia, con daños irreparables o que exigirán mucho tiempo para superarse. Es obvio y comprensible que esté desconcertado, asqueado y hasta desesperado. Ningún grupo humano puede crecer económica, política, social, cultural y moralmente si sus gentes son diariamente víctimas de la corrupción, ignorancia y estulticia de las autoridades. La podredumbre de la clase política se huele en todas partes. La admonición de González Prada en 1888 “El Perú es un organismo enfermo. Donde se pone el dedo salta el pus”, es hoy más ajustada a la realidad que cuando la hizo el noble patricio.

Sobrevivimos sin mínimos de orden, legalidad ni visión de futuro. La enorme mayoría de quienes detentan autoridad pública de todo nivel y sector, están jugando a ser dioses perversos con nuestras vidas, salud, seguridad personal, trabajo, bienes pocos o muchos y el presente y futuro de nuestros hijos. Gozan revolcándose como cerdos en la más grande charca de poder de nuestra historia. Abramos los ojos y oídos, reflexionemos sobre nuestro día a día, hagamos el inventario de carencias y motivos de ansiedad que nos sofocan y enferman y reconozcamos que no es mala suerte sino la obra de aquellos a quienes pagamos muy bien para que nos protejan y sirvan y, por el contrario, nos agreden y roban. 

El maridaje de congresistas de La Cachina con el Ejecutivo de gelatina es cada vez más evidente. Toda Comisión esencial del Congreso es asignada a enemigos del tema que deben promover. Gobernadores áureos no tienen claro a quién confían obras de centenas de millones. Fiscales de pleito entre ellos, con la PNP y los jueces. No hay Contraloría que pueda investigar a tantos delincuentes. Aun así, en todo sector no faltarán quienes pretendan “tomar distancia” de lo que hacen con tanto gusto. 

Ya no podemos ser ingenuos y creer que veremos algo claro, positivo o decente en su actuación. Todo se negociará en el momento, plata en mano y sin pizca de vergüenza ni remordimiento. ¿A cómo las leyes, Decretos y Resoluciones Supremas, Ministeriales y Directorales, Leyes y Reglamentos, cargos públicos de cualquier nivel, votos en todo órgano colectivo como el Congreso, Ejecutivo, Gobiernos Regionales, Alcaldías, licitaciones, consultorías, órdenes de compra, denuncias fiscales, sentencias judiciales y así por delante? ¿No hay excepciones? Siempre las hay, aunque no sean muchas. ¿Por qué tenemos una moneda tan fuerte y baja inflación? Obvio. El Banco Central de Reserva es independiente y sus funcionarios, todos, están ahí por mérito. Y también otros como la Superintendencia de Banca y Seguros, la del Mercado de Valores, el Servicio Diplomático, la Marina de Guerra y, en general, las instituciones vinculadas a las ciencias como el Instituto del Mar.

El resto es el vomitivo diario. La tenacidad y convivencia de elegidos y nombrados con las tinieblas nos están llevando a considerar normales sus atrocidades, falacias, mentiras, actividades delincuenciales, cobardías y decisiones que nos hacen enorme daño ahora mismo o en futuros cercanos. Carentes de toda línea de conducta y un mínimo de ética, ofrecen cosas, hacen promesas y hasta adoptan leyes que contradicen en horas o días. Veamos.

InPerú, esforzadamente, lleva una importante misión de Ministros y empresarios a Londres y Madrid para presentar las muy valiosas oportunidades de inversión en nuestro país. El gran interés es obvio, pues su riqueza es conocida desde hace siglos. Pero la duda subsiste. ¿Se puede confiar en el Estado peruano, sus políticos, autoridades e instituciones? El Ministro de Economía asegura a posibles inversionistas que no habrá más retiros de fondos pensionarios y que los protege una Ley. Vuelo de regreso. La Presidente dice lo contrario y el funcionario se desdice. “Este octavo sí y el noveno vendrá cuando lo pidan”. Y cuando no les quede nada; ¿de qué vivirán quienes ya no puedan trabajar? Se proclaman generosos, pero en realidad condenan a millones a la miseria. 

Petroperú: ni un sol más. ¿Hace algo la empresa para dejar de perder dinero? Tuvo un directorio de gente preparada y responsable que dijo las cosas como son y propuso medidas radicales. El Ejecutivo lo despidió y recolocó a los anteriores “Porque aman al país”. Más dinero para el barril sin fondo y su eternidad la pagaremos nosotros. Corpac. ¿Cómo están los aeropuertos que maneja? ¿Ya encontraron a los culpables de la muerte de los bomberos en el Jorge Chávez? ¿Qué fue de la dormilona y el olvidadizo? ¿Y el rápido acuerdo de los presentes en el control para decir que no pasó nada? ¿Y la seguridad ciudadana? Muy bien gracias. Si somos asesinados, robados, golpeados, extorsionados, traficados y más; mala suerte. ¿Y la salud, educación, infraestructura y demás necesidades primarias del pueblo que el Estado está obligado a promover? No se oye padre. Y estas son apenas muestras de lo que ocurre en prácticamente todo el país. 

Lo que no se pueda robar en próximos meses, quedará hipotecado. El Congreso más populista de nuestra historia seguirá adoptando legislación que tendrá severos costos al erario nacional, desconociendo abiertamente que es dinero aportado por los peruanos. Los daños se harán más evidentes con el paso de los meses y los años. Constitución. Art. 130 “Pueden expedirse leyes….la naturaleza de las cosas, pero no por la diferencia de las personas”. ¿Y las leyes en favor de la delincuencia, que empiezan por casa y hasta tienen nombre? “La Constitución no ampara el abuso del derecho” ¿Y que otra cosa hace la mayoría de las autoridades? Art. 79 “…no tienen iniciativa para crear ni aumentar gastos públicos, salvo en lo que se refiere a su presupuesto”. Para sus gastos, sueldos, bonos, seguros privados, viajes, semanas de representación (qué será?, contrataciones de parientes, amigos y otros seres queridos, golpean al erario como a bombo en fiesta. La expresión “...no tienen…” sólo puede entenderse como vigente en el momento en que se lee. O sea, no lo tienen ni hoy ni mañana ni cuando sea, salvo que sea cambiada. Pero el ¿Tribunal Constitucional? dispone que es así para el presupuesto en curso, no para los de años siguientes. O sea, “tienen” no quiere decir “tienen”. Y los congresistas, “sostén” (precario) del Ejecutivo (de papel) legisla en horas lo que sea: sueldos, gastos, impuestos, etc. que este acepta porque no le queda otra y porque serán otros gobiernos los que exprimirán aún más al pueblo para pagar la “generosidad” de tanto irresponsable derrochador del dinero que no han ganado. Tras las recurrentes y más angustiosas advertencias del respetado Consejo Fiscal, el mejor Presidente de Bancos Centrales del Mundo, que es el nuestro, nos alerta de que seguirse haciendo barbaridades presupuestales nos puede devolver al final de García 1. ¿Volverá la maquinita que nos hizo a todos los peruanos millonarios, para nuestro mal?

Finalmente, los responsables de tantas calamidades podrán mantener grandes cuotas de poder en las kafkianas elecciones del 2026, gracias a uno de los sistemas electorales más incomprensibles, imprevisibles, complejos y perversos que se esmeraron en crear. O pueden ser elegidos otros peores. ¿Qué harán con el país ingobernable que dejan? Obviamente: lo mismo o más. El propósito común de los sectores destructivos es que el caos, la inseguridad, la pobreza y el miedo les faciliten liquidar lo que quede del Sistema Democrático, Estado de Derecho, Economía social de mercado y eternizarse en el poder ¿Esas cosas no pasan? Pregúntenles a los cubanos 65 años, venezolanos 28, nicaragüenses 40, el peronismo 80 y hoy húngaros, mexicanos, bolivianos y muchos otros en lo que viene ocurriendo con aterradora naturalidad. Y, como nunca antes, “hay plata como cancha”. ¿O es que las economías ilegales no tienen interés en la política, les falta recursos económicos, amiguis y asalariados en todos los sectores y niveles del Estado? ¿Carecen de malandrines, delincuentes y hasta sicarios?

¿Quién defenderá a nuestro pueblo y realizará la promesa de la vida peruana que nos reveló Basadre, que es el deber de ser unido, grande, fuerte, influyente y digno de sus milenarias culturas? No será esta chusma populista y corrupta a la que no se puede ni debe olvidar y menos aún apoyar de nuevo porque es irrecuperable. Serán los millones de peruanos de bien, cada uno en toda la medida de sus posibilidades que tienen que entrar a la lucha porque lo que está en juego es su vida, la de sus hijos y la idea misma del Perú. O lo hacemos o tendremos que contentarnos con las migajas que nos tiren. ¿Está claro?

Hugo Palma
01 de octubre del 2025

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