Giovanna Priale

Por nuestras hijas, no perdamos el tiempo

Que “Ni una menos” sea parte de nuestro ADN como peruanos

Por nuestras hijas, no perdamos el tiempo
Giovanna Priale
24 de noviembre del 2017

Esta semana, el Perú amaneció consternado por la muerte Alessandra Chocano, una joven de 16 años de edad, en una situación aún por esclarecer, pero que nos enluta a todos como sociedad.

Alessandra vino a Lima para formar parte del seleccionado nacional de vóley. Por sus excelentes dotes deportivas, dejó su natural Tingo María para arribar a Lima y compartir con chicas de su edad una casa en la que, bajo la tutela – se entiende – de una persona adulta, tenía la oportunidad de entrenar y educarse.

Mucho se ha hablado sobre la campaña de “Ni una menos”, y muchas de nosotras aún somos víctimas del machismo o de esa mirada desdeñosa por nuestra condición de mujeres: sea porque manejas lento o porque lo haces rápido, porque eres una chibola con ropa provocadora o una tía fuera de onda. Me pregunto si una niña de 16 años tiene la suficiente madurez para consentir tener sexo con un chico de similar edad, más aún cuando ha bebido licor y, por ende, su capacidad de razonamiento se ve turbada.

Me pregunto cómo es que adultos pueden permitir a estos adolescentes dar rienda suelta a sus necesidades o a sus emociones, como si se tratase de animalitos apareándose. No entiendo dónde queda el rol que como adultos responsables nos corresponde al ser parte de una misma sociedad, de poner un alto a las demandas de adolescentes que aún están en proceso de convertirse en adultos responsables.

En este caso hay, sin duda, muchos responsables. Y como madre no me atrevo a criticar a los papás de Alessandra que confiaron en que su hija estaba siendo cuidada, y también en que ella sería lo suficiente responsable como para no caer en malas amistades o en excesos que podrían costarle la vida.

Es una profunda pena que no puedo evitar porque soy madre. Porque me pongo en los pies de la mamá de Alessandra y siento profunda indignación contra cualquier adulto o joven irresponsable que cree que una mujer sirve solo para satisfacer necesidades. Y que al ser, como adulto responsable, parte activa o pasiva de este tipo de hechos, solo se contribuye a reafirmar que las mujeres seguimos siendo ciudadanas de segunda clase. Y lo veo con dolor en las jóvenes de hoy, que se hacen bullyng entre ellas porque fastidian a las que creen gorditas o a las que tienen mucho pecho. Y son las primeras en atacarse porque no alcanzan el estereotipo de la modelo desnutrida que aún está de moda.

Hoy estoy triste. Yo también vine de provincia; pero con mucha suerte, mis papás vinieron conmigo y con mi hermana a Lima. No fue fácil, yo también tuve que enfrentar algunas dificultades propias de lo que en esa época significaba ser “serrana”. Pero mis amigas respetaban mi espacio, mi forma de ser y jamás, nunca, intentaron convencerme de hacer algo que no me pareciese. Jamás me criticaron por mi contextura, por mis rasgos ni por mi color. Puedo decir que fui una adolescente feliz.

Cómo quisiera que Alessandra estuviese hoy aquí para decirle que apenas está empezando su vida. Que el tiempo para divertirse y tomar alcohol y tener enamorado vendrá, que no debemos quemar etapas. Pero no está, pues, y no quiero pensar que no habrá sancionados, y severamente, por esta muerte.

Quiero que realmente “Ni una menos” sea parte de nuestro ADN como peruanos. Y que sepamos levantar la voz y no callar ante el abuso o la permisividad.

Giovanna Priale
24 de noviembre del 2017

NOTICIAS RELACIONADAS >

Lo tuyo, lo mío, lo nuestro

Columnas

Lo tuyo, lo mío, lo nuestro

Vine a Lima desde Huancayo cuando tenía cuatro años de e...

24 de junio
Por la libertad de Juan Chamorro, en Nicaragua

Columnas

Por la libertad de Juan Chamorro, en Nicaragua

El pasado 8 de junio mi querido amigo Juan Chamorro y su esposa fueron...

10 de junio
Reflexiones

Columnas

Reflexiones

En momentos tan difíciles como los que estamos atravesando actu...

20 de mayo

COMENTARIOS