Por fin, el Catastro Urbano Nacional

Una dificultad central para lograr el ordenamiento de los territorios urbanos, radica en que el Estado no cuenta con un inventario de todos los bienes que tiene la ciudad. La ausencia de este instrumento de gestión técnica es una de las causas de que las municipalidades y otras entidades del Estado no pueden gestionar adecuadamente su territorio, aumentar sus ingresos y planificar su desarrollo. El catastro serviría para calcular mejor el capital existente en propiedades inmobiliarias y potenciar su aprovechamiento en el mercado.

De hecho, existen diversas municipalidades del país que han desarrollado intentos parciales o totales para contar con su propio catastro. La cuestión radica en que no existe una conversación entre las distintas fuentes o bases de datos, y eso hace que no exista la unificación de un sistema nacional de catastro. No ha existido una entidad que estandarice la forma como se hacen los catastros. Pese a que en teoría existe un sistema integrado, hay varias entidades públicas que recopilan información catastral, y esto en la práctica genera que no haya siempre información exacta sobre los predios. Las normas legales le da la responsabilidad de generar información catastral a distintas entidades; al final, no existe un criterio único, ni se cuenta con un sistema integrado. Esto hace que no exista la seguridad necesaria cuando se adquiere un predio.

Por eso, es una buena noticia que, por fin, en julio del 2019 se dé inicio a la realización del Catastro Urbano Nacional, con la finalidad de identificar el número de viviendas que existen en cada región del país. Por primera vez el Catastro Urbano Nacional será una prioridad y permitirá certificar las dimensiones de cada vivienda ubicada en cada una de las provincias y regiones del país. El catastro también permitirá identificar las viviendas colapsadas y abandonadas por las familias que han sido afectadas por desastres naturales, como sismos y el fenómeno de El Niño. El Gobierno anuncia una inversión de S/ 20 millones con este propósito, y se apura a obtener fondos de parte del Banco Mundial para sostener la iniciativa en el tiempo.

Un aspecto crucial de la iniciativa es que COFOPRI, que lidera esta iniciativa, promoverá y establecerá mecanismos de intercambio de información proveniente del catastro urbano de las municipalidades y de otras entidades públicas cuya información se requiera. Con esa finalidad implementará una plataforma informática interoperable única y sostenible para la administración de la información catastral.

La puesta en marcha del Catastro Urbano Nacional permitirá unificar los diversos sistemas que utilizan las entidades para determinar, por ejemplo, las coordenadas UTM. Es el caso, por ejemplo del sistema que utiliza el Instituto Geográfico Nacional, el que se integrará y se estandarizará en un solo sistema, por medio de estaciones de rastreo permanente, para que no haya diferencias. El problema hasta ahora ha radicado en que cuando se utilizan varios sistemas a través de los GPS, muchas veces existen diferencias, inclusive milimétricas y a veces un poco mayores, de la determinación del lugar geográfico exacto de los predios. Como idea principal y general, esas diferencias no deberían existir, porque los predios están ubicados geográficamente en un solo sitio y con las mismas dimensiones. Cuando hay estas discrepancias se generan problemas a nivel de la determinación, sobre si existe o no superposiciones con los predios colindantes.

Por otro lado, previamente al inicio del Catastro Urbano Nacional, todas las entidades públicas, sin excepción, que tengan un catastro tendrán que enviarlo a la secretaría técnica del Sistema Nacional de Información Catastral para que todo esto se trate de llevar a una única base de datos.

Otro paso importante es que se ha modificado la composición del Sistema Nacional Integrado de Información Catastral Predial, habiéndose incorporado al Instituto Geológico Minero y Metalúrgico (INGEMMET), el Instituto Catastral de Lima, el Ministerio de Agricultura y Riego, el Ministerio del Ambiente y el propio Ministerio de Economía y Finanzas. Al crearse las estaciones de rastreo permanente de propiedades públicas y privadas, también se crearán las condiciones para que el Instituto Geográfico Nacional contribuya a estandarizar los parámetros geográficos y se pueda proceder a levantar toda la información territorial. Todo ello para que la realización del Catastro Urbano Nacional marque un antes y un después en la gestión territorial de las ciudades.

Para que la elaboración del Catastro Urbano Nacional marque un hito en la gestión de las ciudades se requiere, además, de dos iniciativas centrales. En primer lugar, que en cada ciudad se creen verdaderas comunidades técnicas catastrales, con la activa participación de las municipalidades, los gobiernos regionales y los profesionales ligados al tema, en especial los arquitectos, ingenieros civiles, geógrafos y abogados, entre otros. Se trata de crear un potente movimiento que incorpore a la comunidad técnica de cada localidad región.

En segundo lugar, se requiere asegurar el mantenimiento y gestión del catastro, tanto a nivel nacional como local, con el propósito de evitar que este pronto devenga en desactualizado. La creación de una plataforma informática interoperable única será clave para asegurar una retroalimentación de la información catastral.