Guillermo De Vivanco
Personeros por la Democracia
En defensa de la verdad
La autoridad moral se convierte en autoridad política. Sin ella, solo quedan relatos vacíos de legalidad, disfraces democráticos, populismo violento, autocracia y violencia. Esto es lo que Chávez y el sátrapa de Maduro representan en Venezuela. Sin embargo, esta realidad, que ha provocado el mayor éxodo de jóvenes venezolanos, ha encontrado una chispa de esperanza a través del liderazgo de María Corina Machado y de la valiente y conmovedora militancia democrática de cientos de ciudadanos. Ellos se organizaron en defensa de la verdad y se propusieron recabar las actas que certificarían la realidad del voto ciudadano.
Esta vez tienen una prueba indiscutible del triunfo abrumador y contundente de Edmundo González, con el 67% de los votos, actas que han sido publicadas a nivel mundial. Maduro perdió la elección y, sin ningún escrúpulo, se negó a presentar oficialmente las actas. Su permanencia en el poder, contra la voluntad popular, es una muestra de cómo la criminalidad puede apoderarse de un país. Minorías corruptas someten por el terror a sociedades enteras.
Venezuela aprendió la lección, y su movilización permitió conocer la verdad. En nuestra última elección, pecamos de ingenuidad al no ser conscientes de lo fácil que era tomar control del proceso electoral, comenzando con un JNE legítimamente cuestionado. En la segunda vuelta electoral, no se cubrieron cientos de mesas con personeros en los departamentos del sur, lo que permitió que muchas de ellas mostraran incongruencias inadmisibles respecto a los votos obtenidos en la primera vuelta. No se admitió ninguna duda, y el fraude no pudo ser probado. La mentira triunfó.
Perú Libre ganó la elección por 44,000 votos, y con este pequeño margen, muy fácil de obtener, se hicieron del poder y de la chequera. El daño fue inconmensurable. No tener personeros que resguardaran el voto dejó el arca abierta. La falta de compromiso, la desidia, la indiferencia o la pereza casi nos llevan a perder la patria. Solo gracias a la incompetencia e irresponsabilidad del golpista pudimos vacarlo y encerrarlo.
Nos enfrentamos a la próxima elección sin haber realizado las reformas políticas necesarias, sin vetar a candidatos con antecedentes penales o exterroristas, y sin haber renovado las autoridades electorales. En este escenario, tendremos que elegir entre muchísimos candidatos, prácticamente sin partidos políticos consolidados, y con el auge de caciques impulsados por movimientos regionales. ¿Cómo enfrentaremos el peligro del radicalismo comunista? ¿Cómo defenderemos la voluntad popular y evitaremos que se alteren los resultados en las mesas?
La oposición venezolana nos ha dado el ejemplo: ¡organicémonos! Pasemos a la acción cívica, valiente y democrática, para verificar que no se manipulen los resultados. Que triunfe la verdad.
Frente a semejante peligro, ha surgido una iniciativa cívica liderada por un grupo de peruanos, bajo la dirección de Juan Villarán Escardó, cuyo objetivo es preparar un ejército de personeros que cubran la totalidad de las mesas electorales. Personeros por la Democracia (PPD) lanza su llamado a unir las fuerzas democráticas. Reproduzco su proclama: "Las elecciones de 2026 requerirán defender las mesas y evitar el fraude. Involúcrense como hormigas, a sus familiares y amigos, cada uno es un coordinador. Querían acción, ¡ahora la tienen! Arremánguense, desgasten las suelas y usen el teléfono. Ya no hay excusas ni brazos caídos, es hora de responder con fuerza a la caviarada y a la izquierda, y no dejarles la cancha libre".
¡Defendamos al Perú!
COMENTARIOS