Giovanna Priale

Mi candidatura al Congreso

En el 2016, con el número 18

Mi candidatura al Congreso
Giovanna Priale
21 de noviembre del 2019


Llegué a la campaña al Congreso por PPK en el 2016 por una invitación que le hicieron a mi esposo y a la que él gentilmente declinó, no sin antes proponer mi nombre.
“Buscan una técnica —me dijo– y yo se que a ti los temas sociales te encantan”. Recibí feliz la idea, pensando en todo el bien que podía hacer desde el Congreso por mi país.

En esa época yo estaba trabajando en las zonas alto andinas, haciendo una consultoría sobre inclusión financiera y su impacto en la población de bajos ingresos para Agrobanco. No pensé entonces en el enorme trabajo que suponía ser candidata. Recibí una capacitación y conocí a mis compañeros candidatos en una reunión en la que también conocí a PPK y al actual presidente Vizcarra.

Inmediatamente mis amigos, esos de verdad, me escribieron y se pusieron a disposición. Sería larguísimo contar todo lo que aprendí en esta campaña, pero quiero destacar lo fundamental. Creé una página web en la que coloqué un número de cuenta para donaciones, y en simultáneo un grupo entusiasta de jóvenes me acompañó a idear mis pancartas y mis volantes, y fue conmigo —cada fin de semana— a las zonas emergentes a hacer campaña.

Me donaron los polos piqué para mi uso personal, hicimos los paneles en Wilson y empezamos a volantear con parlante en mano, todas las tardes después de las 5 pm, hora en la que nos desocupábamos del trabajo. Seguro que no fue la mejor campaña, pues de hecho no fui electa, pero obtuve 6,000 maravillosos votos. Como cierre de mi modesta campaña, mis primos se ofrecieron a armar una caravana que recorrió varios distritos de Lima, con mi megáfono, vociferando “Giovanna Prialé, una economista comprometida con tu futuro”, eslogan que grabé en una radio en Canto Grande.

Al finalizar mi caravana, a eso de las 8:30 p.m. aterricé con mi auto en el hospital Rebagliati, a visitar a mi hermanita que estaba internada por un cáncer de colon, que se destapó en la campaña y que, de pronto, se convirtió en terminal. Son tres los momentos que guardo en mi memoria al recordar la campaña: las palabras de ánimo de mi hermanita, “deja todos los problemas en casa y sal a luchar por el país”; la donación que hizo mi hijita a mi cuenta en el banco, de todos sus ahorros porque, como me dijo, ella creía en mí; y la promesa que le hice a miles de mototaxistas de trabajar por un seguro de salud y pensiones, promesa de la que aún estoy en deuda. 

Se me congela el corazón al pensar en la campaña que empieza. Quiero decirte que no todo es malo, que hay gente que sí es capaz de dar cientos de sus horas para pensar en un país mejor. 

Mi hermanita falleció y se me rompió el corazón. Pero quedaron mis hermosos sobrinos, a los que veo crecer día a día, llenándome de emoción porque esos jóvenes son la prueba viviente de que es posible luchar para vencer las adversidades. Son ellos y todos los jóvenes por los que debemos trabajar hoy y cada día, desde donde estemos, porque es nuestro deber generar oportunidades y un país más justo y solidario.

Giovanna Priale
21 de noviembre del 2019

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