Martín Taype
Menor crecimiento en la economía latinoamericana
Según un informe del Fondo Monetario Internacional
Encontrándonos en un contexto externo inestable en el ámbito económico y geopolítico, es evidente que los pronósticos de crecimiento para la economía mundial, y por ende latinoamericana, se reduzcan para este año 2022 y el próximo. “El Fondo Monetario Internacional advirtió que la actividad económica en América Latina caerá desde fines de este año y en el próximo; por ello, recomendó a todos los países tomar medidas para aliviar el impacto que tendrá esa caída” (portal web de RPP, 3 de noviembre 2022).
En la citada publicación se afirma que “en el 2020 la contracción de la economía en la región alcanzó el 7%, a causa del confinamiento por la pandemia del nuevo coronavirus. Al año siguiente, hubo un rebote y se registró un crecimiento de 6.9%. Para este año el Producto Interno Bruto alcanzaría un crecimiento de 3.5% y para el 2023 solo llegaría a 1.7%. Si hacemos una comparación, las proyecciones del FMI son similares a las que hizo el Banco Mundial. que espera un crecimiento de 3% este 2022 y de 1.6% para el 2023”
Asimismo, según el FMI –en su informe “Perspectivas para las Américas: Navegando condiciones financieras más restrictivas”–, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú tendrán un crecimiento anual de 3%. En el caso de Brasil se espera un desarrollo de 2.8%, y para México 2.1%”.
El organismo también hizo una proyección sobre la inflación, la cual permanecerá elevada “por algún tiempo”, llegando a promediar 14.6% a fin de año; pero el próximo caería a 9%. Sin embargo, hay diferencias según las zonas. En América del Sur habrá un alza de precios del 18%, mientras que las cinco potencias más grandes de Latinoamérica será de 7.8%, Brasil llegará a 6% y México a 8.5% en México. Se trata de una inflación “más alta y persistente de lo previsto”, señaló el FMI en su reporte.
En base a lo expuesto, considero que los pronósticos del FMI son aún muy optimistas, dado que la pandemia aún no ha terminado. Asimismo, influyen el alza de las tasas de interés internacionales, una desaceleración en la economía mundial cada vez más pronunciada, el alto riesgo de un conflicto global entre EE. UU. y la OTAN frente a Rusia, China, Irán, Corea del Norte y sus aliados, que son los principales productores de gas, petróleo, fertilizantes, cereales, entre otros productos estratégicos, que han provocado inflación global, lo cual podría pulverizar los pronósticos de crecimiento del FMI.
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