Cesar Gutierrez
Los dificilísimos cinco meses que se nos vienen
Indefiniciones, incompetencia y turbulencias al interior del Gobierno
El discurso gubernamental exhibe laboriosidad y triunfalismo; sin embargo, la realidad nos indica que hacen propaganda en lugar de gestión. Los tuits ministeriales nos muestran reuniones de toda laya, viajes al interior del país y promesas de inversión, cuya concreción resulta dudosa. A esto se suma el pobrísimo desempeño económico, una caída de 0.49% del PBI en los primeros cinco meses del año y una expectativa de crecimiento para este año de 1.8% en su versión más optimista.
Los pronósticos tienen en cuenta el próximo Fenómeno de El Niño de características moderadas. Pero hay otras variables al interior del Gobierno que son muy graves, y que inexorablemente van a tener efectos perniciosos en la gestión: cuoteo de poder, indefiniciones en las políticas de Estado y las potenciales judicializaciones de altos funcionarios. El cuoteo se muestra en el nombramientos de altos cargos en la administración pública, los más visibles están en los sectores energía y salud, que vale la pena escudriñar, no solo por la línea política que representan sino por su pobre desempeño.
La presencia de Oscar Vera como titular del Ministerio de Energía y Minas (Minem), que todo indica que es predio de Vladimir Cerrón, es el ejemplo elocuente del cuoteo. Desde el primer día en que Pedro Castillo fue reconocido como presidente electo, fue voceado en la cartera, integró la comisión de transferencia, fue visitante de la casa de Sarratea, participó en reuniones con personajes del entorno de Castillo, hoy detenidos, y con Evo Morales. A la hora de reparto de cargo fue nombrado Gerente de Refinería Talara, de la estatal Petroperú. Hoy, es la mejor muestra del proselitismo personal puesto en acción y con gestión sin rumbo.
En el caso del sector salud, la participación de Rosa Gutiérrez como ministra, otro predio de Cerrón, que en este caso se adicionaba a Martín Vizcarra, fue defendido a toda costa tanto por el premier Otárola como por la presidenta Boluarte, hasta que el avance letal del dengue la encaminó a una inevitable censura que la obligó a renunciar. Ahora, a pesar del revuelo que iba a causar, ha sido nombrada presidenta ejecutiva de EsSalud.
En cuanto a las indefiniciones de política de Estado se ponen de manifiesto en el sector energía, sin reacción alguna del ministro de Economía y Finanzas (MEF), Alex Contreras. El Minem apuesta sin racionalidad económica y sin transparencia, con la complicidad de Perupetro, el otorgamiento de lotes a Petroperú, promueve el proyecto SITGAS (gas para el sur) sin ningún análisis, que involucra nada menos que 4,500 millones de dólares, con cofinanciamiento estatal; irresponsabilidad en su máxima expresión ante un MEF sin ningún liderazgo.
Finalmente, en cuanto a la potencial judicialización tenemos dos casos: 1) el trillado de Sada Goray, en el que es obvio que la Fiscalía incluirá a miembros directivos y ejecutivos del holding estatal Fonafe, por la designación de directores y ejecutivos en MiVivienda y Sedapal; y 2) el del pago de 41 millones de EsSalud a un proveedor de la época Vizcarra, en el que se rumorea con insistencia que el expresidente de la institución, Aurelio Orellana, se acogería a la colaboración eficaz, pudiendo complicar a las más altas instancias del Ejecutivo.
En este complicado panorama se manejará el Gobierno en los meses que faltan para terminar el año. Así la confianza no se recuperará ni la inversión privada se reactivará, afectando el crecimiento económico, que estará por debajo de la inflación, con lo que por lo menos 300,000 compatriotas pasarán a integrar las filas de pobreza monetaria.
La herramienta que tiene a la mano Dina Boluarte es un relevo de ministros, con gente con experiencia técnica y política, para intentar la recuperación de confianza. En caso contrario va cuesta abajo en la rodada, afectando a todo el país.
COMENTARIOS