Raúl Mendoza Cánepa

Libertad Popular

Liberalismo popular y una prometedora ruptura con el pasado

Libertad Popular
Raúl Mendoza Cánepa
21 de agosto del 2023


Desde hace varios años, uno de los retos de los liberales era encontrarse con la historia, porque en el Perú –desde el nacimiento de la república– ha gobernado el mercantilismo, la prebenda, la repartija, el estatismo. Y lo hizo bajo la égida de una casta que desde los albores republicanos tomó el poder para usufructuarlo, nunca para servir; militarista, plutocrática, estatista, póngale el nombre que quiera, pero lo que nunca gobernó fue el liberalismo popular. Nos separamos de España, pero no gestamos una revolución republicana liberal. Vale decir además que el Perú fue un país de súbditos, no de ciudadanos.

La casta cambió de etiquetas cada veinte años, pero fue siempre la misma, porque el Perú no registra, plenamente al menos, una revolución para empoderar a la gente, una que diera viabilidad a sus proyectos personales de vida. Por el contrario, la casta se encargó de acumular poder para los suyos y de colocar trabas, reglas absurdas y cargas que convertían la prosperidad individual en una utopía. 

Una empresa mediana en el Perú soporta las imposiciones del Estado, acumula multas, batalla permanente por vencer la fiscalización estatal y a toda una estructura de costos que apartan al emprendedor de su proyecto inicial hasta hacerlo quebrar. De allí que ser formal es atragantarse y morir pronto. La delincuencia también hace lo suyo, por lo que crecer y sobrevivir se hacen una proeza.

Ahora que en Argentina Javier Milei es una posibilidad liberal de destruir a la casta política que la rige desde hace setenta años, muchos han tratado de identificar quién en el Perú podría tener tal encargo. Para comenzar, Argentina fue uno de los países más ricos de la Tierra hasta las primeras décadas del siglo XX (regida por la visión liberal de Alberdi), pero destruida por las reformas peronistas desde los años cuarenta hasta el nefasto kirchnerismo…solo ahora con Milei tiene la opción de ver la luz. En el Perú, una Constitución funcional para la inversión ya existe desde 1993, lo que no existe es un marco institucional que comulgue con ella para que cada cual prospere con algo de inventiva y un poco de capital. Se castiga al éxito, y mientras tanto la casta política nacional y los cacicazgos regionales se levantan en peso al país.

Sí, desde luego que hay una casta y son muchas las cosas que nos diferencian de Argentina, pero también muchas las que nos asemejan. Desde la sorpresa de Milei, hay quienes, tras rastrear, han comenzado a identificar al flamante partido Libertad Popular como una prometedora ruptura con el pasado desde el liberalismo popular. Presidido por Rafael Belaunde Llosa, puede ser la opción que hace la diferencia, pues lo que plantea es revolucionario, romper decididamente los diques institucionales que traban la creación de riqueza para facilitar la creación y gestión de negocios en todo el Perú. Sin embargo, nuestro país tiene lo que las grandes potencias económicas no tienen, una riqueza natural insuperable que ya quisieran Singapur, Corea o Japón. De allí que ligar los mercados con la infraestructura productiva y con la educación inteligente es imperativo. 

Fernando Belaunde fue el primero que vio el potencial del Perú si se asumía el reto geográfico, hacer de la infraestructura el turbo del desarrollo. Libertad Popular lo asume igual con conocimiento de la geografía; pero también entendiendo que la revolución económica desde la gente y para la gente es un pendiente republicano, pendiente inviable sin un sistema que cubra, en simultáneo, las necesidades de salud y educación de los peruanos. El liberalismo en América Latina es la verdadera izquierda porque es cambio y ruptura con el viejo sistema. 

Una Nación no se construye para saciar el apetito de una casta corrupta y más corrupta con el socialismo, una casta que sí accede a lo que los pobres (para colmo atados) no acceden. Una Nación se construye para abrirles el camino a esos millones de humildes ciudadanos que, con un proyecto, una inventiva o un sueño, tratan con fórceps, de labrarse un futuro mejor.

Raúl Mendoza Cánepa
21 de agosto del 2023

NOTICIAS RELACIONADAS >

Cómo entendernos

Columnas

Cómo entendernos

Recuerdo un hashtag tan irresponsable como bobo, #AsumoMiVoto. Varias ...

13 de mayo
Rafael Belaunde Llosa: el liberal contestatario

Columnas

Rafael Belaunde Llosa: el liberal contestatario

Hace unos días se celebró la cumbre de mineros artesanal...

06 de mayo
El bibliotecario viejo

Columnas

El bibliotecario viejo

Aurelio Bohórquez permaneció quieto. Con los ojos salton...

29 de abril

COMENTARIOS