La vida y la educación de nuestros niños en las manos equivocadas

Han dejado más dudas que certezas las declaraciones del ministro de Desarrollo e Inclusión Social, Julio Demartini, sobre su relación con Carlos Guillén Anchayhua en el caso Qali Warma, tratando de desmentir cualquier relación o cercanía con esta persona implicada en más de un acto de aparente aprovechamiento de favores con altas esferas del gobierno. 

La primera duda se da cuando el titular del Midis niega cualquier relación personal con Guillén Anchayhua y asegura que esta situación tiene tintes de una estrategia para ensuciar su nombre y el de otros funcionarios. Sin embargo, luego afirma que “este individuo ha tratado de establecer contacto con él en diversas ocasiones, incluyendo llamadas fuera de horario, para ofrecerle reuniones que, según el ministro, buscan involucrarlo en este escándalo”. Pero luego indica que sí sostuvo reuniones con el personaje indicado; y no solo él, sino también otros funcionarios de la cartera. 

Una segunda duda se aprecia cuando el ministro afirma que, como gestor público, él atiende a puertas abiertas a muchas personas, y que era el señor Contreras (ya fallecido) quien veía la agenda. Lo real es que quien atendió en más de una oportunidad a Carlos Guillén es el mismo ministro. Hoy todo eso se conoce por información periodística, y su propia versión es que de lo conversado nada resultaba relevante para la gestión de políticas del sector. Una situación que era de esperarse dado que el personaje involucrado solo aparece como gerente de relaciones públicas en una corporación radial.

Pero lo más delicado de la situación es que el mismo ministro afirma que en estas  reuniones Carlos Guillén planteaba como debía bajarse la temperatura en el tema “Qali Warma”, una problemática que atiende a la alimentación de nuestros niños. ¿Qué es tan grave en el caso Qali Warma que una persona extraña a la gestión se interesa de esta manera? ¿Por qué un ministro de Estado recibe en varias ocasiones para tratar el tema comunicativo del sector? ¿Es que existía duda sobre la competencia de la dirección de comunicaciones del sector para abordar el tema?

Todo este escándalo se pretendió tapar con la creación de un nuevo programa de alimentación escolar Wasi Mikuna, en un país en el que tenemos altos índices de anemia infantil y desnutrición crónica y como está afecta radicalmente el rendimiento escolar, impide el desarrollo conductual y cognitivo, y la salud reproductiva debilitando así la futura productividad en el trabajo.

Pero si por si todas estas denuncias fueran poco, se suma la visita de este personaje que toma el nombre del ministro de Educación, Morgan Quero, y ofreció trabajo a Alvarado y a su hermana a cambio de información sobre la posible implicación de otros miembros del Gobierno en la presunta trama de corrupción.: “Conforme consta en el registro de visitas, el cual es de acceso público, el señor Carlos Guillén Anchayhua participó en reuniones técnicas con funcionarios del Minedu en representación de diferentes instancias locales”.

Por transparencia se debería indicar cuáles fueron esos aspectos técnicos tratados en el marco de su “compromiso con la transparencia, la ética y el trabajo por una educación de calidad, y que rechaza firmemente el uso del nombre del ministro y/o de sus funcionarios para cualquier gestión o actividad ajena a sus funciones institucionales” como se indica en el comunicado publicado del Minedu.

Sería conveniente que el Minedu dé a conocer las medidas que se implementan en el sector a fin de asegurar que los alimentos que reciben nuestros niños cumplen con los estándares de calidad exigidos.

Es importante que los diversos sectores involucrados con una educación de calidad y la salud de nuestros niños y las autoridades del PJ y fiscalía, exijan conocer cuáles son esos temas tratados por Guillén sobre políticas públicas en ambos ministerios.

No permitamos que la vida de millones de niños y adolescentes en nuestro país sea un infierno, que no tengan futuro, que seamos parte de esa sociedad que guarda silencio por sus propios intereses, pensemos que nosotros somos parte del futuro, de su futuro y asumamos la tarea con orgullo y sin miedo. La sociedad de hoy somos nosotros. Los que guardan silencio también se convierten en cómplices.