La revolución digital en el Cusco

El jueves 6 de septiembre se desarrolló en la ciudad de Cusco el fórum Cusco Smart Cities 2018, auspiciado por el vicerrectorado de investigación de la Universidad Nacional San Antonio Abad, el Instituto Goberna de la Fundación José Ortega y Gasset, y la Asociación Perú Digital. El evento concitó la atención de los cusqueños, porque en él los candidatos a la alcaldía provincial del Cusco firmaron un compromiso político para convertir a la capital histórica del Perú en la principal metrópoli inteligente de Sudamérica.

Angélica Matsuda expuso los resultados del sondeo “Los hábitos digitales de los cusqueños”, y Claudio Querol reflexionó sobre los desafíos que tienen los próximos gobiernos locales para incorporar soluciones digitales al gobierno municipal y “transparentar” la gestión pública. Además se promoverá el uso de tecnología digital en la seguridad ciudadana, en el tránsito y en los sistemas de limpieza de la ciudad. Incluso se señaló que las principales plazas de la ciudad deben ser espacios públicos con wi-fi gratuito.

En el histórico salón de grados del paraninfo universitario de la UNSAC, cientos de jóvenes estudiantes y dirigentes sociales conocieron las ventajas de las soluciones digitales que se podrían implementar en todos los ámbitos de la vida para promover mejoras en educación y salud; y para hacer —por ejemplo— la agricultura y otras actividades productivas más eficientes. La revolución digital está enterrando los viejos mitos y utopías del siglo XX.

Edwin Sucno Dávalos, alcalde del distrito de Poroy, me comentó —al finalizar el evento— que la digitalización se podría implementar en los milenarios sistemas de siembra y cosecha del agua, para atender el clamor de millones de campesinos por agua en los Andes. Además, me dijo, cosechando agua protegemos el medio ambiente. La tecnología digital es un instrumento indispensable para estos objetivos, afirmó emocionado al finalizar la conferencia de Matsuda y Querol.

No te olvides, reiteró, que la siembra del agua es una técnica milenaria que viene de nuestros abuelos prehispánicos. Ellos construyeron canales para conducir el agua de las lluvias y lagunas para que alimenten los pozos y acuíferos subterráneos que usamos para consumo humano y para la agricultura de los campesinos en los andes.

El próximo gobierno regional tiene que seguir construyendo lagunas para cosechar agua. Pero ahora debe agregarles el componente digital. Y esto es válido para todas las obras de infraestructura y distribución, ya que las hará más eficientes en nuestras comunidades.

Recuerda, me dijo Sucno en tono inflexible, que el Perú es el tercer país del mundo más vulnerable a los efectos del cambio climático. En el sur andino esta amenaza es muy grave, por la rápida desglaciación de la cordillera del Vilcanota, que ya perdió aproximadamente el 30% de sus glaciares. El peligro de la desglaciación es la desaparición de los bofedales, incluso peligra el abastecimiento de agua del Cusco, y se afectará la generación eléctrica de Machu Picchu. Mientras tanto, en Lima los políticos corruptos siguen peleando por tener el poder en todas las instituciones.

Sucno declaró ante la prensa cusqueña: “No podremos tener un gobierno digital, ni soluciones técnicas porque los políticos y muchas instituciones estatales no quieren transparencia. Este es el momento de que los cusqueños empecemos a movilizarnos por cosas que realmente valen la pena”. Para el Gobierno las demandas de millones de peruanos no existen, porque ellos prefieren mandar antes que gobernar.