Aldo Llanos

La dispensa del padre Sam para no ejercer el sacerdocio

Los sacerdotes que “se salen” y la empatía

La dispensa del padre Sam para no ejercer el sacerdocio
Aldo Llanos
17 de noviembre del 2023


Para muchos, la "bomba" del día ha sido que uno de los
influencers católicos más conocidos en habla hispana, el sacerdote hondureño Francisco Samuel Bonilla Amaya ("Padre Sam"), anunció ayer haber pedido al Papa Francisco la dispensa del ministerio sacerdotal después de ocho años de ser ordenado. También ha pedido perdón a sus seguidores por la decepción producida y ha afirmado que la decisión la tomó conjuntamente con su director espiritual y con su psicólogo.

Ojo, es dispensa, porque el orden sacerdotal imprime un carácter indeleble que no puede ser suprimido: Se es sacerdote "para siempre". Pues bien, a lo largo de mi vida no son pocos los sacerdotes y religiosos(as) a los que he visto apartarse de su vocación y con los que, en su mayoría, me une una profunda amistad hasta el día de hoy. Asimismo, también conozco muchos hombres y mujeres que se casaron, jurándose amor eterno; sin embargo, "se salieron" de dicha vocación. Igual saben que los quiero.

Y aunque siempre enunciemos valorando positivamente la fidelidad a los compromisos "hasta las últimas consecuencias", ante todo, en nuestros corazones debe aflorar primero la empatía, porque llevar a término un compromiso para toda la vida no es nada fácil. Cada quién tiene su propia historia personal en donde se han forjado fortalezas y virtudes, pero también donde se constituyeron las heridas más profundas y todo tipo de debilidades. Por lo tanto, es nuestro menester recomponer todo lo que podamos (y si es posible con acompañamiento y ayuda profesional), para, cara a Dios, vivir nuestras vocaciones y no simplemente "sobrevivirlas".

¿Por qué la empatía en este y otros casos similares?

1.- Porque antes de juzgar un hecho, debemos comprender lo que la otra persona puede estar sintiendo y que a su vez sienta que no está sólo(a). El corazón de un cristiano siempre deberá ser como una casa de puertas abiertas, donde los que "fallan" puedan entrar en cualquier momento y encontrar acogida antes que ser juzgados. 

2.- Porque fomentamos un clima de paz. En muchas ocasiones, detrás de un juicio duro e intransigente en nombre del "compromiso" o la "vocación", se esconde mucha agresividad y violencia surgidas de la incapacidad de conocer toda la historia del que "falla". 

3.- Porque si nos ejercitamos en esto frente a nuestros hijos, alumnos, etc., aprenderán a dejar de focalizar la atención en sí mismos y se abrirán al mundo emocional exterior de los que están devastados, derrotados y afligidos. El aprendizaje por observación es el más efectivo de todos los métodos de aprendizaje. 

Por lo tanto, nunca dejemos de predicar el valor del compromiso a la vocación asumida así como nunca claudicar en nuestra lucha personal por hacer más plena su vivencia siendo sacerdotes, religiosos(as) o casados(as), pero, si alguien "cae" a nuestro lado, nuestra primera reacción siempre deberá ser la de ofrecer nuestro cariño de "pobre a pobre" (nada de paternalismos ni de asumir una posición de superioridad moral que supuestamente se "compadece"), desplegando nuestra empatía.

Cuente con nuestras oraciones #PadreSam. Y lo mismo con Sor Cristina, hoy Cristina Scuccia, el padre SMDani, hoy Daniel Pajuelo y muchos más.

«Más que en “dar”, la caridad está en “comprender”» San Josemaría, Camino, n. 463.

Aldo Llanos
17 de noviembre del 2023

NOTICIAS RELACIONADAS >

Soberbia espiritual

Columnas

Soberbia espiritual

Uno de los pecados más graves es, sin dudas, el pecado de la so...

04 de octubre
Carta a las buenas personas que quedan en el Sodalicio

Columnas

Carta a las buenas personas que quedan en el Sodalicio

El nacimiento está fechado en 1971; sin embargo, no se sabe si ...

27 de septiembre
J. D. Vance y el catolicismo republicano

Columnas

J. D. Vance y el catolicismo republicano

1. La polémica en torno a una película Corría la...

30 de agosto

COMENTARIOS