Giovanna Priale

Igualdad, ¿en serio?

Nuevos retos para las mujeres de hoy

Igualdad, ¿en serio?
Giovanna Priale
21 de septiembre del 2018

 

Estos últimos días he estado leyendo un libro que me regaló mi esposo: ¿Quién le hacía la cena a Adam Smith?, escrito por Katrine Marcal. Quiero compartir con ustedes algunos de los mensajes más valiosos que he identificado en esta lectura.

Un punto de inflexión en mi reflexión con respecto al rol que cumplimos hoy las mujeres se dio cuando Marcal señala que “para que muchas de nosotros estemos hoy en el mercado laboral”, hemos tenido que dejar en casa a otras mujeres (nuestras pares) para que desempeñen ese rol, ayudándonos con el cuidado de los chicos o con las tareas de la casa. Y entonces Marcal se plantea si hemos logrado o no una “igualdad en un mercado laboral tradicionalmente masculino”.

Si miramos las cifras de la Organización Internacional del Trabajo, los datos son preocupantes. Las mujeres reciben ingresos, en promedio, 40% inferiores a las de los hombres, a pesar de que tienen la misma preparación y competencias para el trabajo. En Perú, por lo menos una de cada tres mujeres embarazadas es adolescente, y cerca del 70% de las mujeres en edad de trabajar lo están haciendo, aunque sea en condiciones de subempleabilidad, asumiendo en muchos casos el rol de jefe de hogar, sea por abandono o fallecimiento.

La situación de la mujer aún resulta compleja y retadora. No es fácil enfrentar a un grupo de adolescentes que hoy tiene que tomar decisiones con respecto a su futuro. Y creo que aquí estamos fallando, la formación de casa y la educación deben ser lo suficientemente claras, no solo para dotar a la mujer de conocimientos profesionales, sino también —y sobre todo— de información con relación al rol que le corresponde defender en una sociedad de iguales.

Y es aquí donde el reto nuestro de cada día resulta fundamental. Cuando una pareja se forma, ambos son responsables de administrar el hogar y tomar las decisiones sobre el número de hijos que desean tener y la manera como se organizarán para compartir las tareas en casa y los roles de trabajo. “Hay todavía mucho que hacer” sin duda alguna, pero creo que es momento de trabajar desde la escuela, con los niños y los adolescentes, para que sean conscientes de que muchas de las acciones que ellos toman impactarán en su vida de manera permanente.

Está probado científicamente que las sociedades en las que existe mayor participación femenina muestran mayores tasas de crecimiento sostenible a largo plazo, por las habilidades blandas de la mujer, su capacidad de ser empáticas y tolerantes. La mujer puede pensar en varios temas y personas al mismo tiempo, y enriquece su aporte en la discusión y en el logro de un entorno laboral agradable.

Es seguro que, poco a poco, nuestras parejas irán cambiando, entendiendo que la mujer no debe sentirse culpable de estar “en su trabajo”, y no cuidando a sus hijos; pues el rol de cuidador y de proveedor pueden cambiar, dependiendo de cómo se organice cada familia.

 

Giovanna Priale
21 de septiembre del 2018

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