Giovanna Priale

Hábitos atómicos: una lección para mejorar

Una renovación estructural personal

Hábitos atómicos: una lección para mejorar
Giovanna Priale
24 de septiembre del 2020


Quisiera compartir con ustedes algunas de las lecciones del libro
Atomic habits: Tiny changes, remarkable results, de James Clear, que estoy leyendo en estos días y que resulta clave para ayudarnos a entender cómo pequeños cambios en nuestro comportamiento pueden ser útiles para mejorar como personas y alcanzar, así, nuestras metas profesionales y personales.

Clear desarrolla a lo largo del libro numerosas anécdotas, a través de las cuales nos explica por qué cambiar los malos hábitos por buenos hábitos empodera nuestras capacidades de superación personal, pues se van sumando unos a otros, capitalizando su rendimiento en nuestras actividades. Asimismo, Clear nos recomienda que no solo nos concentremos en el logro de las metas –en los indicadores de éxito–, sino también en cómo nos centramos en los cambios a nivel de sistema, lo que representa la finalidad de renovación estructural personal.

Pongamos un ejemplo. Si vas a desarrollar un emprendimiento, usa los buenos hábitos. Esto es: i) concibe el producto o servicio, desarrolla sus características y define a quién se lo ofrecerías; ii) haz los focus groups y las encuestas necesarias para perfilar si tu producto tendría demanda, con qué frecuencia y a qué precios; iii) estima la evaluación financiera y económica del proyecto para determinar su tasa interna de retorno (TIR) y el valor presente neto del flujo de caja (VPN). Esta TIR debe ser mayor al costo de oportunidad, y este VPN superior a cero para que el proyecto sea financiera y económicamente viable. 

Para desarrollar estos nuevos hábitos y que se conviertan en el comportamiento natural de la persona, Clear identifica cuatro leyes del cambio de comportamiento. Se trata de hacer que estos hábitos sean: i) obvios, ii) atractivos, iii) fáciles de ejecutar y iv) le den satisfacción a la persona. Para Clear, “el medio ambiente es la mano invisible que da forma al comportamiento humano”. 

Imagínate que tu hijo está terminando quinto de secundaria y no sabe qué hacer. Lo primero es ayudarlo a que él elija qué le gustaría estudiar, y si puede trabajar mientras estudia. Si quieres enseñarle buenos hábitos que lo ayuden a que sea feliz, lo primero es que descubra que i) es obvio que debe estudiar (para tener mayores ingresos) una carrera que tenga demanda; ii) debe resultarle atractivo lo que él hace, la forma cómo distribuye su tiempo y sus ingresos; iii) estudiar y trabajar debe ser manejable para él en términos de horario y acceso a sus comidas y diversión; iv) debe sentirse contento con él mismo y feliz de ir avanzando cada día. Así su sistema estará en equilibrio y el logro de sus metas será una consecuencia natural de su actividad diaria.

La coyuntura es compleja, pero los peruanos hemos vivido situaciones muy difíciles y hemos logrado salir adelante siendo resilientes y usando nuestros emprendimientos y nuestros buenos hábitos para, luego de una caída, volver a levantarnos. Ahora es momento de enseñarles a nuestros hijos con el ejemplo. Y no detenernos para que ellos tengan acceso a una educación de calidad, herramienta clave para la movilidad social.

Giovanna Priale
24 de septiembre del 2020

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