Arturo Valverde
Elecciones que nos importen
Debemos conocer la biografía de los candidatos

Estamos a puertas de las elecciones municipales y regionales. Y, la verdad, en forma particular y personal, puedo decirles que no sé qué hacer frente a la cantidad de candidatos que tengo para la Municipalidad de Lima, que es la ciudad donde yo vivo. No voy a usar la palabra corrupción, pero no puedo dejar de fijarme en que muchos de los candidatos que se presentan en estas elecciones no tienen un pasado muy limpio, ni un currículo como para pretender ser alcaldes de Lima o jefes regionales.
¿Qué pasó con la política peruana? Después de Fujimori, ¿qué hemos tenido en las elecciones que nos ha tocado vivir en el siglo XXI? Nos ha tocado ver a dos hombres: uno está con pena de prisión y el otro prófugo en los Estados Unidos. Hemos visto alcaldes cuestionados; como el actual, que nunca aclaró los millones de Comunicore. Y hemos visto lo ocurrido en el Callao a todo nivel, desde alcaldes hasta jefes regionales. La mitad de los alcaldes distritales de Lima tienen problemas, sin contar cuántos jefes regionales están en prisión, prófugos o enjuiciados.
Cuando veo caminar a la gente por las calles de la capital, parece que no les interesara. A tanto desprestigio ha llegado la política citadina que ya el peruano sabe que si trabaja vive, y si no trabaja da igual. Porque estamos en un país rico, que le ha hecho daño a su gente justamente por su riqueza. La política ya no es política de servicio al ciudadano, ya no es algo vocacional, ahora es una empresa más dentro de la fábrica de dinero. Se invierte, se obtiene un cargo y se cae en corrupción para recuperar eso multiplicado por diez.
Lo único que le pido a los ciudadanos de la capital de la República, y a los ciudadanos de todo el Perú, es que piensen bien. Piensen bien al momento de elegir, porque después de votar son pocos los derechos que tenemos para oponernos a lo malo que haga cualquier candidato que hayamos puesto en el lugar que ocupa. Hablen, conversen, conozcan la biografía de sus candidatos y la confianza siempre existirá. Pero la confianza tiene que arrancar siquiera por un escrutinio de la vida particular de cada candidato para no equivocarnos. Ojalá que así sea.
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