Martin Santivañez
EL MONTONERO y la mátrix progresista

La guerra digital desatada contra este Portal
No se equivoca mi querido camarada Víctor Andrés Ponce cuando sostiene que la ofensiva lanzada contra él tiene como objetivo recuperar la hegemonía que los caviares han perdido en las redes. Antes de EL MONTONERO, el encefalograma plano revestido de lenguaje pulpín era el estándar en la web. Es bastante claro que EL MONTONERO y otras publicaciones que se enfrentan frontal e ideológicamente a la tiranía caviar en las redes pronto se convertirán en el blanco preferido de burlas y ataques subalternos que tienen un solo fin: reducir la creciente influencia de la ofensiva libre que los batirá en un terreno que fue suyo mientras estaban solos.
EL MONTONERO se enfrenta a esta tiranía de lo políticamente correcto, una mátrix progresista que intenta apoderarse de la sociedad peruana. Su actuación perversa es evidente en el plano académico, donde muchas universidades sobreviven sumidas en el sopor del igualitarismo ramplón. Los medios de comunicación también han sido pervertidos por esta matrix progresista y cualquier asomo de disidencia es castigado con el ostracismo y el silencio impuesto. Por eso, cuando este sistema progresista se enfrenta a grupos de disidentes que crean espacios como EL MONTONERO reacciona enviando una jauría de mercenarios dispuestos a defender el estatus quo virtual.
No nos engañemos. Estamos en medio de una guerra cultural en la que hay que tomar partido. O te sometes a la matrix que delimita lo que es bueno o malo tergiversando las verdades más elementales o escudriñas tu propia conciencia y empleas la razón. Liberarse de la matrix progresista que avanza violando los propios principios que pregona (el monopolio que ejercía en las redes era tan totalitario como intolerante y violento) forma parte del ejercicio de la verdadera libertad, la que se interpela sobre la sociedad dominante y busca cambiarla, mejorarla, transformarla e iluminarla. Lo otro, el conformarse con Uteros, Mulas y demás subproductos de esta cultura virtual antes dominante es pactar con lo peor de las redes, dejándose llevar por la corriente. Bien es sabido que solo lo muerto, la materia inerte, se deja llevar por la corriente. Lo que está vivo nada para salvarse, bracea con dignidad en medio del lodo y los restos que arrastra tanta podredumbre virtual.
Aquí, en EL MONTONERO, con diferencias y pluralismo, hay gente viva que no se conforma con la tendencia y nada contra la corriente. Aquí en EL MONTONERO nadamos contra la corriente, porque sabemos que no hay nada más glorioso que sentirse vivo y rodeado de gente que busca la verdad, que siente nostalgia del absoluto en medio de un mundo caracterizado por el relativismo más evanescente. Supongo que esa es la clave que ha hecho de este portal un referente para esas personas que rechazan vivir de espaldas a la realidad y que aspiran a vivir disfrutando de la verdadera libertad.
Por Martín Santiváñez Vivanco
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