Ricardo Leon Dueñas

El Colegio de Abogados de Lima y su declive

¿Puede el actual decano reelegirse en el cargo?

El Colegio de Abogados de Lima y su declive
Ricardo Leon Dueñas
27 de julio del 2023


El Colegio de Abogados de Lima (CAL) hace rato ha perdido toda la trascendencia, importancia y peso específico de que gozaba cuando era una institución de inalterable prestigio. Un reconocimiento que se había ganado a pulso desde su fundación en 1804, siendo una entidad precedente inclusive a la creación de la república misma. Hoy, cuando un grupo de ilustres exdecanos alzan su voz de protesta por la ilegal e ilegítima intención del actual decano de la Orden de reelegirse para el cargo, algo absolutamente irregular, lamentablemente no extraña para nada la situación.

Quien precedió al actual decano –cuyo nombre no recordamos– desprestigió tanto a la institución al conseguir con innumerables tinterilladas permanecer varios años más de los que le correspondían, fuera de no nombrar a su representante en el Jurado Nacional de Elecciones como lo contempla la Constitución misma, que se convirtió en una suerte de cómplice del rosario de irregularidades electorales perpetrados en el proceso electoral general de 2021 por el titular de dicho ente (Jorge Salas Arenas), quien increíblemente continúa al frente del JNE pese a las incuestionables pruebas de su deficiente y doloso desempeño. Salas hoy se aferra al cargo con uñas y dientes, acudiendo inclusive a la instancia supranacional (sic) para que lo “defienda” de una inexistente amenaza a su vida. Una vergüenza por donde se le mire.

Regresando al CAL ¿sorprende lo que hoy pasa? Para nada. Desde que le robaron dos y hasta tres veces desvergonzadamente las elecciones al candidato y ex vocal supremo Javier Villa Stein, ya nada puede sorprendernos de lo que viene de este otrora respetado ente gremial. Por supuesto, quienes hoy alzan su indignada voz de protesta contra la actual gestión callaron en todos los idiomas cuando se perpetraron los citados atropellos contra Villa Stein, quien debió ocupar el decanato al ganar las elecciones correspondientes de manera limpia y transparente; pero al no ser de la argolla caviar, no hubo la indignación que hoy curiosamente sí vemos. Una vez más la típica doble moral progre/caviar, en esta oportunidad entre letrados. 

Otrosí digo: Es particularmente penoso para el suscrito, con más de treinta años de abogado, lo que sucede en el CAL. Mi padre, abogado también colegiado de toda una vida; un tío, miembro de una directiva allá por los ochentas y un tío abuelo, un reconocido jurista que fue decano de la Orden en los cincuentas, entre tantos otros familiares, amigos entrañables, profesores y respetados colegas miembros de la barra. Resulta, por tanto, doloroso que una institución que gozaba de un importante respeto ciudadano hoy se haya convertido en un botín de unos pocos inescrupulosos ¿Será el signo de nuestros tiempos? En todo caso, es una verdadera lástima.

Ricardo Leon Dueñas
27 de julio del 2023

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