Rafael Aita

Dejamos de ser águilas para convertirnos en gallinazos

Evolución y decadencia de la ciudad de Lima

Dejamos de ser águilas para convertirnos en gallinazos
Rafael Aita
20 de junio del 2019

 

Todos conocemos el escudo de la ciudad de Lima, formado por tres coronas siguiendo a una estrella (en honor a los Reyes Magos, cuya fiesta es cercana a la fecha de fundación de Lima) y flanqueado por dos aves. Al ver el escudo muchos se preguntan qué representan estas aves, siendo la teoría más popular que son gallinazos. Nada más lejos de la realidad, pues son águilas. ¿Águilas? ¡Pero si en Lima no hay águilas! Hasta la teoría de los gallinazos tiene más sentido en ese punto ¿De dónde vinieron las águilas a parar en el escudo de Lima?

Para descifrar el misterio es necesario remontarse hacia los primeros diseños de nuestro escudo. La Figura 1 muestra el escudo de Lima dibujado por Pedro Nolasco en el año 1687, en la que podemos ver que en realidad no se trataba de dos águilas sino de ¡un águila de dos cabezas! Conforme el escudo fue haciéndose más grande cubrió el cuello del águila de tal manera que ya parecían dos en lugar de una, como se puede apreciar en la moneda acuñada por Fernando VII de 1808 (Figura 2).

monedas de lima

Nos preguntamos entonces ¿de dónde viene la figura del águila de dos cabezas en el escudo de Lima? Esto se lo debemos al rey Carlos V, quien reinaba en los tiempos de la fundación de Lima y cedió el águila de dos cabezas (o águila bicéfala) de su escudo para nuestra ciudad. De hecho el águila bicéfala era un distintivo de la familia de Carlos V, la casa de Habsburgo, emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico, y que había tomado como símbolo el águila bicéfala del mismo Imperio Romano por considerarse herederos de ellos.

En otras palabras, para remontarnos al origen de las águilas en el escudo de Lima podemos retroceder hasta uno de los emperadores Habsburgo más importantes de la historia, una de las casas reales más dominantes de Europa y finalmente la cuna de la civilización occidental. Y nosotros los convertimos en gallinazos.

Hace unos días que salió una noticia en la que Lima aparecía como la tercera ciudad con más tráfico en el mundo. La historia de las águilas convertidas en gallinazos es una triste metáfora de la evolución de la ciudad de Lima. Pasamos a ser la Ciudad de los Reyes, la Perla del Pacífico, la Babilonia de América, la tres veces coronada villa, el centro del poder político, económico y cultural de toda Sudamérica para convertirnos en una capital caótica, sucia, turbulenta, violenta y que puja por salir de la informalidad y mediocridad. Nosotros mismos renunciamos a ser águilas para convertirnos en gallinazos.

 

Rafael Aita
20 de junio del 2019

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