Úrsula Letona

Debate ideológico y Ley de Promoción Agraria

Una trascendente decisión en el congreso

Debate ideológico y Ley de Promoción Agraria
Úrsula Letona
03 de septiembre del 2018

 

Axel Kaiser en la La tiranía de la Igualdad, expresa con mucha claridad que la intención de su obra es “refutar y aclarar la serie de falacias, errores y mitos en que se basan aquellos que promueven la igualdad material y ofrecer armas intelectuales para responder esas falacias y errores que tanto daño han causado al bienestar de nuestras poblaciones”.

Compartiendo la reflexión del autor mencionado, en la medida que estamos asistiendo a un escenario de una confrontación de carácter ideológico en mérito de la continuidad de la Ley de Promoción Agraria, es sumamente importante dejar evidencia sobre la premisas conceptuales de la izquierda que, bajo el manto de “derechos” disfrazan otros propósitos, como lo expresa de forma muy clara y categórica Nietzsche, citado por Kaiser “El socialismo es el fantástico hermano menor del decrépito despotismo, al que pretende suceder. Sus esfuerzos son, por lo tanto, profundamente reaccionarios, pues desea tal poder estatal como solo el despotismo poseyó”.

En entregas anteriores lo hemos señalado: el próximo debate sobre la continuidad de la Ley de Promoción Agraria y su extensión a otras actividades —como la acuicola y forestal— es una batalla ideológica. La izquierda pretende que la inversión fracase en el país, pues eso acarreará que se incremente la pobreza y que la informalidad se muestre galopante; es el escenario que requieren para que su discurso encuentre espacio. Pero desde esta página queremos exponer con mucha claridad, lo que realmente esconde la izquierda tras sus ideas.

El reclamo de igualdad de la izquierda es una falacia, pues este discurso sobre igualdad y derechos confunde a la gente en la medida que todos quieren ser iguales respecto a los que más tienen, “nadie quiere ser igual al que tiene menos”. Es el problema del socialismo y la izquierda; el ejemplo es Venezuela, Nicaragua y Cuba. A sus ciudadanos no los han equiparado con los de arriba, sino todo lo contrario: a los que tenían un poco más los han equiparado con los más pobres. Esa es en realidad la promesa de la izquierda, a los que tienen poco se los quita para igualarlos con los más pobres. Es decir, una condena a la pobreza.

En el caso que nos ocupa, para que existan derechos laborales de los trabajadores la primera gran exigencia es que se generen oportunidades laborales. Tales oportunidades se generan gracias a la inversión. Toda la nueva evidencia sobre el enfoque de los derechos laborales en el nuevo espacio de competitividad y tecnificación tiene relación con fortalecer sus capacidades. Este será el mejor elemento de la estabilidad laboral y del progreso, pues no debemos buscar que el trabajador del sector agrario ingrese ganando un sueldo mínimo y, luego de un periodo prolongado, se mantengan sus niveles de ingreso. Estos ingresos deben incrementarse significativamente, y eso se asegura potenciando las capacidades de los trabajadores. Ese es el nuevo gran enfoque que debe buscar la ley.

La izquierda omite un tema absolutamente relevante en sus mensajes. Habla de igualdad, pero no de prosperidad, pues siempre ha fracasado en ese intento. Porque saben muy bien que no es lo mismo que todos sean iguales a que todos estén mejor (progresen). Para lo primero se requiere la fuerza del Estado para restringir la libertad, lo segundo requiere de hombres libres, que buscan prosperidad.

Uno de los aspectos que la izquierda omite en su discurso es que los recursos no son infinitos, por eso surge la economía. Pero adicionalmente, estos recursos escasos terminan por reprimirse por las políticas que aplica la izquierda, lo cual van en contra de lo que anuncian, de darle más oportunidades a los que menos tienen; pero sin recursos. Este es el absurdo que la izquierda ofrece, que en el fondo no es más que una falacia. Y todo esto se disfraza con los términos “interés general”, “bien común” y “derechos de los trabajadores”.

Esta es de las primeras entregas sobre este debate, la primera de carácter conceptual. Luego recurriremos a la data y posteriormente a los detalles de la ley y sus beneficios, incluidos los que corresponden a los trabajadores. Es importante iniciar el gran debate en procura del progreso del país y de un mayor desarrollo de la agricultura.

 

Úrsula Letona
03 de septiembre del 2018

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