Martin Santivañez

Cuidado con jugar a ser Nerón

Cuidado con jugar a ser Nerón
Martin Santivañez
08 de julio del 2016

¿Arderá en llamas esta Roma que a todos nos pertenece?

El presidente electo, después de insultar a Keiko Fujimori, ha decidido que lo suyo no es el camino del arrepentimiento. A él no le interesa pedirle perdón a la líder de la oposición y prefiere bromear sobre el tema, esquivar la responsabilidad y voltear la página. Keiko, ante esta situación consolidada, lo mejor que puede hacer es ser clara en su mensaje: “es lamentable que el hombre encargado de liderar al país no sepa rectificar un insulto de campaña. Es triste y preocupante que el presidente electo del Perú no dé el primer paso para recomponer una situación que sus ofensas crearon de manera irresponsable. Los caballeros tienen que disculparse y más cuando la ofensa hiere a las hijas de una madre de familia”.

Fuerza Popular tiene que suplir la carencia de este primer paso y empezar la larga marcha hacia el 2021 marcando la agenda. Está claro que en vez de disculparse y tender puentes, el presidente electo busca arrinconar al Congreso lanzando contra él a todos los descontentos y radicales del país. A todos y cada uno de los damnificados del Estado. Esto es de por sí suicida. Una cosa es jugar con fuego y otra creer que la única política válida para sobrevivir en la jungla del gobierno es el populismo clásico de los pirómanos y demagogos. Incendiar la pradera del Congreso equivale a patear el tablero de las instituciones. Un Estado ineficiente arderá en llamas y en medio de esta Roma, que a todos nos pertenece, seremos chamuscados sin distinción de facciones, empezando por los que sostienen en alto la peligrosa antorcha de la fatuidad. ¿Dónde están los defensores de las instituciones y la democracia?

Enfrentar entre sí a los poderes del Estado es una maniobra harto peligrosa, pero mucho más riesgoso es firmar una alianza contra el Congreso. La caja de Pandora de la violencia es muy difícil de cerrar. Los peruanos de buena voluntad, que son la mayoría, no quieren marchas encabezadas por los políticos. Lo que busca la mayor parte del país es un acuerdo viable, algo factible que solucione los problemas sin incendiar la pradera de nuestros errores. Los estadistas, los verdaderos presidentes de lujo, apaciguan las aguas, siembran concertación y buscan la unidad, pero no encienden el odio pequeño por móviles políticos. No azuzan a los jacobinos contra el Parlamento de todos los peruanos.

El presidente electo tiene que reflexionar sobre el alcance de sus declaraciones. No todo se borra con bromas y risotadas. Hay muchos problemas del Estado que su gobierno debe resolver con sus propias manos. Que empiece por esos problemas. Que inicie su periodo gobernando sobre lo que controla. Que no ponga el parche antes de tiempo. Que no le eche la culpa a otros de los incendios que sus palabras provocan. Es peligroso jugar a ser Nerón persiguiendo a los cristianos. Es más peligroso si el Nerón de marras no sabe que toca la lira y no comprende que Roma está a punto de arder.

 

Martín Santiváñez Vivanco

 
Martin Santivañez
08 de julio del 2016

NOTICIAS RELACIONADAS >

¿Quién quiere destruir la Constitución de 1993?

Columnas

¿Quién quiere destruir la Constitución de 1993?

Detrás de toda construcción política existe una i...

26 de septiembre
Un cinco de abril jacobino

Columnas

Un cinco de abril jacobino

  La interrupción de un proceso democrático tiene ...

11 de septiembre
Autocracia o República

Columnas

Autocracia o República

  El imperio de la ley es la característica fundamental d...

04 de septiembre

COMENTARIOS