German Serkovic

¿Corregirá sus errores la “generación equivocada”?

La que respaldó a Martín Vizcarra y llevó al poder a Pedro Castillo

¿Corregirá sus errores la “generación equivocada”?
German Serkovic
05 de septiembre del 2023


Entre los muchos lemas que con menor o mayor originalidad –varios eran meras adaptaciones de los que usaron los violentistas en Chile contra Piñera– aparecieron en las calles para apoyar el régimen de Vizcarra, viene a la memoria el de “Se metieron con la generación equivocada”. Vale la pena retomar la frase, dado que hoy, a la luz de las circunstancias que hemos vivido en los últimos años, cobra actualidad, pero evidentemente de un modo que con toda seguridad no gusta a sus creadores. 

Efectivamente, eran la generación equivocada. Se equivocaron al apoyar a Vizcarra, erraron al oponerse a Merino, que era legalmente el sucesor constitucional del vacado sinverguenza, obraron con gran desacierto al aplaudir a Sagasti e incurrieron en un grueso yerro al votar por Castillo. Desatino tras desatino.

Hasta ahí los hechos, pero es menester interrogarse sobre la razón de tales desaciertos. Sin duda estamos ante un problema en buena parte educativo y también de influencia de los medios y de los llamados “líderes”. Esa explicación que han esbozado algunos, orientada a decir que las protestas a favor del vacunado en secreto y hoy inhabilitado respondían a una suerte de estallido social como consecuencia de meses de encierro, en realidad no se sostiene y tiene el tufillo de una excusa mal planteada. 

El punto central es la educación. Un tema que, pese a que se han invertido ingentes cantidades de dinero en él, continúa sin dar resultados positivos. Desde Castillo la meritocracia ha venido siendo dejada de lado. Bueno, no es de sorprender, porque el propio Castillo era profesor de primaria, y a todas luces tiene serios impedimentos para hilvanar una frase de unas cuantas palabras con cierto sentido. ¿Cuántos más hay en la misma situación dentro del magisterio? ¿Están en capacidad de enseñar a nuestros niños? Ante ese panorama, el alumno no adquiere el indispensable pensamiento crítico, que no es otra cosa que, antes de dejarse llevar por lo que dicen, cuestionarse con raciocinio propio sobre cada tema. El alumno luego se convierte en elector, y vota mal.

Se agrava la situación con la afiliación política del sindicato magisterial, el Sutep vinculado al partido comunista Patria Roja –y hay que agradecer que la inscripción del violentista Fenatep fue cancelada– que ha dado señales preocupantes de que no necesariamente educa, sino que adoctrina. El tema es extremadamente complejo.

Partido aparte jugaron los medios, que acompañaron en buena medida los errores de la generación equivocada. No hicieron periodismo, que es su función primordial, hicieron activismo. Basta recordar las transmisiones ininterrumpidas señalando los lugares para protestar contra Merino, sin importar las consecuencias. Quizá no habría objeciones si los actos de cierta prensa respondían a la toma de opción, a la sujeción a principios, al respeto a la legalidad. No fue así. Lamentablemente imperaron los criterios crematísticos y de simple y llano interés. O peor aún, de ocultamiento al socio corrupto.

Conviene, también, hacer mención de los autodenominados líderes de la generación equivocada, entre los que destaca un individuo fundador de un partido con nombre de color, hábil en las carreras cortas como se vió en un tristemente célebre video. Dicen que una generación se conoce por sus líderes. Penosamente, es cierto.

Esa generación se equivocó, y varias veces. El Perú estuvo a punto de sucumbir como país y verse inmerso en el caos destructor. Fue otra generación la que enmendó el curso, una generación que ya había vivido las consecuencias de los cantos de sirena de las izquierdas, que sufrió la hiperinflación, sobrevivió a la barbarie terrorista, conoció de golpes de Estado, de recortes a las libertades y atentados contra la propiedad. Fue la generación de “canosos y calvos” –con el inmenso apoyo de muchos jóvenes, hay que decirlo– que se opusieron a Castillo, los que tienen claro que el camino del socialismo es el rumbo de la pobreza y de la falta de oportunidades.

Sin embargo, no estamos para palabras triunfalistas, la situación es difícil y es de tontos no verlo. Está en el campo de los líderes realmente democráticos tomar conocimiento de las cosas, dejar de lado los egos autoinflados, buscar puntos de coincidencia y renunciar a candidaturas expectantes –si es necesario– en aras de una confluencia. Si eso no se construye en un plazo relativamente corto, se abre el camino a nuevas equivocaciones…y se repetiría la misma trágica historia.

Como corolario, sería muy conveniente que la generación equivocada tome conciencia de lo cerca que estuvimos del abismo gracias a sus decisiones mal tomadas, a sus odios y a su mansa manera de dejarse llevar por la mala prensa y por los pseudo líderes que tiran la piedra y esconden la mano. Ahora su responsabilidad con el país es simple: corregir sus errores y ejercer el sufragio con responsabilidad.

German Serkovic
05 de septiembre del 2023

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