Giovanna Priale

Control de precios: el panadol pasado de los ochenta

Reflexiones en torno a la necesaria reforma del sistema de pensiones

Control de precios: el panadol pasado de los ochenta
Giovanna Priale
27 de julio del 2018

 

El día de ayer se publicó una nota del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la que se señalaban una serie de inconsistencias con respecto a la pensión promedio de las AFP, la densidad de aportes, la rentabilidad promedio. Finalmente se sugiere que se evalúe poner “tope a las comisiones”, a fin de elevar las pensiones.

Creo que es más que evidente que el rol del Estado, los hacedores de política pública y los empresarios es procurar el desarrollo de mercados competitivos, en los que los precios representen calidad de servicio y eficiencia de costos. En esa lógica, el sistema privado de pensiones (SPP), tiene un compromiso con sus afiliados y con la sociedad, que viene cumpliendo a cabalidad. En diciembre de este año se llevará a cabo la cuarta licitación de afiliados en la que la AFP que gane “tiene que ofrecer menores comisiones”. De esta manera, las comisiones han venido bajando de manera radical en la última década, por regulación de mercado y competencia.

Es absurdo comparar al SPP con la Oficina de Normalización Previsional (ONP), cuando sabemos que en este último caso, dos tercios de los afiliados no recibirán pensión alguna, pues no llegarán a los 20 años de aportaciones, condición necesaria para ser pensionista. Es más, mientras la pensión promedio en la ONP es de S/ 680 al mes (con una pensión mínima de S/ 415), en el SPP es de S/ 1,100 (sin derecho a pensión mínima).

Pero no solo eso. Como producto de la ley que permite el retiro del 95.5% de los fondos, son miles los peruanos que han retirado su dinero y han visto cómo sus contribuciones esporádicas, de algunos meses o años, se han multiplicado por más de cinco o seis veces, recibiendo todo su dinero y el retorno generado por la AFP.

El sistema de pensiones sí requiere que le prestemos atención. Lo venimos diciendo hace meses, pero la solución no pasa por recetar un “panadol” pasado de los ochenta, que solo le trajo daño a la economía peruana y que no se “vende” en ninguna parte del mundo. Esta reforma no requiere ni un diagnóstico tan pobre ni una receta tan genérica. Somos un país con particularidades que nacen de una estructura económica, política y sociológica que requiere que nos replanteemos cómo nos protegemos para la jubilación, ahora que la tendencia demográfica va hacia el envejecimiento de la población.

El 30% de los trabajadores activos tienen una productividad tan baja que reciben sueldos debajo de los S/ 400 al mes (monto mucho menor a la propia Remuneración Mínima Vital). La única forma de que estos trabajadores cuenten con un fondo para la jubilación es que este fondo se alimente del impuesto general a las ventas (IGV), del aporte del Estado y de la capitalización individual para que el costo fiscal sea el mínimo posible.

El 38% de los afiliados que aportan regularmente a la ONP reciben ingresos mensuales inferiores a los S/ 990; y el 68% de los pensionistas de la ONP recibe una pensión inferior a los S/ 415. Y no estamos considerando a aquellos afiliados que no cuentan con los 20 años de aportes y, por lo tanto, no cobrarán ni un sol a partir de los 65 años. Es evidente que tenemos que actuar y convertir a la ONP en un sistema de capitalización individual o licitar a sus afiliados para que los trabajadores reciban, en sus cuentas de capitalización individual, la rentabilidad de una adecuada administración de sus fondos.

Y en el caso de las AFP, ya lo señalan Carranza y Tuesta en el libro Ideas para una reforma de pensiones (capítulo 18), para reducir aún más las comisiones de las AFP; el factor determinante es “ampliar el tamaño de mercado”. No obstante, en paralelo, las AFP vienen trabajando fuertemente en un esquema de servicios compartidos, con el objetivo de reducir costos operativos y mejorar la experiencia del empleador de pequeña empresa, a través del AFP Net.

Lo vengo diciendo y lo seguiré haciendo: el Perú ya no está para diagnósticos de escritorio, sino para soluciones que incluyan escuchar a las personas, solo así se lograrán soluciones integrales que provean comisiones competitivas, rentabilidades altas y sostenibles, y pensiones universales y adecuadas al nivel de vida y al enorme esfuerzo del ahorro y la capitalización individual.

 

Giovanna Priale
27 de julio del 2018

NOTICIAS RELACIONADAS >

Lo tuyo, lo mío, lo nuestro

Columnas

Lo tuyo, lo mío, lo nuestro

Vine a Lima desde Huancayo cuando tenía cuatro años de e...

24 de junio
Por la libertad de Juan Chamorro, en Nicaragua

Columnas

Por la libertad de Juan Chamorro, en Nicaragua

El pasado 8 de junio mi querido amigo Juan Chamorro y su esposa fueron...

10 de junio
Reflexiones

Columnas

Reflexiones

En momentos tan difíciles como los que estamos atravesando actu...

20 de mayo

COMENTARIOS