Cecilia Bákula
Carta abierta al Perú
Orientar de la mejor manera el manejo político de la pandemia

Recientemente, un grupo de ciudadanos suscribimos un documento al que se denominó “Carta abierta al Perú”. Lejos de tratarse de un documento suscrito por personas que buscan demostrar que son afines en todos los aspectos, el esfuerzo pretendió ser una llamada de atención, una alerta; la expresión de un clamor a un país cuya circunstancia es lamentable, pero cuyas autoridades parece que no pueden, no alcanzan a dar la talla que se requiere en momentos de extrema gravedad.
El Perú está en una guerra, un enfrentamiento que no habíamos conocido y que, como a muchas otras sociedades y estados, encontró sin la debida preparación. Y sobre todo sin recursos políticos ni liderazgo. Y lo que pareció una primera capacidad de respuesta rápida, terminó siendo la primera de muchas acciones equivocadas. El documento no se asocia a ningún partido político, a ninguna propuesta de gobierno; no pretende lanzar a la arena política a ninguno que los firmantes. Solo quiere levantar la voz para que se escuche que el país no puede seguir siendo conducido hacia el despeñadero, con acciones inmediatistas que, lejos de ser solución, agravan los problemas.
La “Carta abierta al Perú” pretende ayudar a orientar de la mejor manera el manejo político en medio de esta pandemia que, por sus singulares características, afecta a todos los niveles de la vida nacional, compromete a la totalidad los sectores e involucra la vida y el bienestar de los más de 30 millones de compatriotas. El que vivimos no es solo un problema sanitario, es una guerra en la que todos somos actores de uno y otro bando. Todos somos fuerza de ataque y todos somos reserva, y las consecuencias de esta guerra, serán vividas por más de una generación en adelante.
Es frente a estas condiciones dramáticas, que un grupo de ciudadanos opta por hacer un llamado para ayudar a orientar las acciones de gobierno, y hacer ver que hay rutas por las que no se debe transitar, aunque eso pueda significar un “bajón en las encuestas”. O que con responsabilidad se tomen medidas que, por impopulares que pudieran resultar, son indispensables para el futuro y son de bien para la mayoría.
En resumen, ese documento, al que los medios y la prensa han dado –era de esperarse–- casi nula acogida y repercusión, clama por la cordura, la rectitud de intención, la transparencia y la ejecución responsable de la autoridad que se ha asumido. Por considerar importante su lectura, me permito incluirlo en esta nota.
“Carta Abierta al Perú”
A más de dos meses del inicio del Estado de Emergencia por el COVID-19, y las consecuentes medidas que han afectado dramáticamente la vida de todos los peruanos, creemos oportuno emitir el presente pronunciamiento.
1. A la luz de algunas políticas que se vienen impulsando desde el gobierno y de las propuestas legislativas que se presentan y aprueban en el Congreso sin la suficiente difusión, estudio, reflexión, ni debate, percibimos un alejamiento a las líneas maestras del desarrollo social y el crecimiento económico que nuestro país ha venido experimentando en las últimas décadas.
2. La desesperación frente a los efectos perniciosos de la pandemia no puede hacernos retroceder a esquemas que ya hemos experimentado en nuestro país y que sólo nos trajeron pobreza y atraso. Regresar a discursos que promueven la confrontación no nos conducirá a retomar la senda del crecimiento y de la reducción de las desigualdades, ni menos aún a la necesaria reactivación económica que las familias peruanas esperan.
3. Por ello, con el mayor respeto y convicción democrática, exhortamos a los referidos poderes de Estado a dejar de lado iniciativas y tentaciones de corte populista que tanto daño han causado a lo largo de nuestra historia y que no generan un clima necesario de estabilidad y seguridad jurídica.
4. Las medidas que se proponen y adoptan tanto en el Poder Ejecutivo como en el Legislativo deben pasar por un debido análisis técnico, convocando a todos los actores, a fin de lograr decisiones justas, oportunas y equilibradas, y respetando las libertades civiles y económicas protegidas por la Constitución.
5. Hoy. más que nunca, se necesita unidad, transparencia, reflexión y madurez en el tratamiento de las políticas públicas.
En esta dificilísima hora, permitamos que el país retome al camino del progreso y desarrollo que, con mucho esfuerzo, juntos, habíamos logrado. Hagamos realidad el lema que acuñaron los próceres fundadores de nuestra República: Firme y Feliz por la Unión.
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