Arturo Valverde

Carta a los periodistas del mundo libre

Ante la persecución a los líderes de la oposición

Carta a los periodistas del mundo libre
Arturo Valverde
22 de noviembre del 2018

 

Colegas, periodistas del mundo libre:

Desde el domingo 18, el ex presidente Alan García permanece en la Embajada de la República Oriental de Uruguay, por recomendación y decisión de la dirigencia del Partido Aprista Peruano, ante una evidente situación de persecución y odio político contra nuestro actual líder.

La historia del periodismo en nuestro país no es muy diferente al proceso en otros países de la región de América Latina. Desde los tiempos del virreinato a la actualidad, siempre han existido quienes viven de la ofensa y la calumnia. ¿Cuál puede ser la diferencia entre la chismografía colonial con el amarillismo de hoy? Ninguna.

El Apra ha compartido los últimos cien años de historia con el periodismo (1924-2018). En su defensa del “pan con libertad” y su prédica de la justicia social se ganó el encono de la clase más alta del Perú. Los grandes hacendados de ayer, hoy son los grandes empresarios y dueños de medios de comunicación. El comunista de ayer, hoy se escuda tras las ONG.

Alan García llevó dos veces al poder al Apra. Mucho se ha dicho sobre su primer Gobierno. El ex presidente uruguayo, Julio María Sanguinetti, ha dicho que García era “el niño terrible” de América Latina. Puede ser. En Argentina, en ese entonces, escribían en las paredes: “Patria querida, dame un presidente como Alan García”. Muy pocos han entendido el primer Gobierno aprista. El Perú creció entre 1985 y 1988. Se hicieron grandes obras: Gallito Ciego, Tren Eléctrico, Chavimochic y más. Entre 1988 y 1990 quienes manejaban la producción nacional decidieron llevarse sus ganancias fuera del país.

Entre 2006 y 2011, nuevamente elegido, el Gobierno aprista puso en marcha un “shock de inversiones”, para lo cual se buscaron los mecanismos legales para agilizar el avance del Perú, logrando reducir la pobreza de 49% a 21%. Si se hubieran continuado las políticas de ese entonces, hoy hubiéramos bajado a 10% la pobreza. Una de las obras emblemáticas, el Tren Eléctrico, se inició en el primer Gobierno aprista, pero se puso en marcha después de veinte años porque nuestros opositores no quisieron continuar una obra aprista de gran tamaño.

Tras el escándalo Odebrecht, se pretende relacionar a Alan García con el cobro de una de más de 30 conferencias. Dicen nuestros opositores: Odebrecht pagó con la Caja 2 a Alan García por una conferencia, como pago de favores por las obras ganadas en Perú. La verdad es que, la FIESP contrató a Alan García a través de un headhunter. Sin embargo, resulta que con la información recientemente difundida, se revela que el pago habría venido de Odebrecht.

Colegas, en 2012 no se conocía tal Caja 2. Un razonamiento sencillo: cuando los medios de comunicación pagan los salarios de los periodistas del mundo, ¿se pregunta a nuestros editores o directores de dónde sacaron el dinero con el que se paga nuestros sueldos?

En este momento, en el Perú, una minoría influyente que se han alzado como los principales líderes de opinión, no son periodistas. Son economistas, abogados, sociólogos, artistas de la farándula, en su mayoría anti apristas, porque es un requisito serlo para tener un espacio en la prensa. Son ellos quienes acusan a Alan García. Hoy tenemos periodistas militantes, pero que no tienen el valor de identificarse políticamente ante el país, para que sepan quiénes son y qué defienden.

Intelectuales y escritores apadrinados por el Nobel Mario Vargas Llosa, o que comparten su línea política, hoy promueven la violencia entre los peruanos. Algunos incluso son catedráticos de universidades. En su odio, han llegado a comparar a un congresista democráticamente electo con un terrorista de Sendero Luminoso.

Ahijados, hijos, nietos y bisnietos de escritores, periodistas e intelectuales de otros tiempos se han hecho de un espacio en la prensa y la opinión pública por herencia. Muchos de ellos no alcanzan la talla de sus antepasados. Yo los invito a revisar la historia de sus orígenes, y la manera en que lograron sus riquezas en los archivos de la historia del Perú. Encontrarán muchos militares, contrabandistas, corregidores, apátridas, espías y mucho más.

Colegas, quiero alertarlos ante la maniobra de algunos corresponsales peruanos en el extranjero, que están abriendo espacios en la prensa extranjera a conocidos antiapristas y de dudosa moral, ejerciendo el periodismo de manera parcial. Las corresponsalías, en manos del anti aprismo, así como se alinearon durante la última campaña presidencial contra el aprismo, ahora han puesto en marcha un plan mediático para atacar internacionalmente a Alan García y desprestigiarlo ante la prensa mundial. Pido a los diarios del mundo revisar la imparcialidad de quienes hoy ejercen sus corresponsalías. Los ciudadanos del mundo merecen ser informados con imparcialidad.

Jamás la prensa peruana ha tenido más poder y libertad que en el Gobierno aprista. A Alan García lo han llamado desde burro hasta caballo, lo retratan al lado de mafiosos como Capone, El Padrino; si no como un payaso. Durante el Gobierno de Ollanta Humala, diarios opositores al aprismo nos dedicaban portadas denigrantes todos los días a cambio de publicidad estatal, a pesar de su baja lectoría.

En mi país se lee muy poco, casi uno o dos libros por año. Y no se lee historia, sino que se prefiere la ficción. Estarán de acuerdo conmigo en que el principal problema de América Latina siempre ha sido la ignorancia de su gente, usada por quienes hoy pretenden implantar un golpe invisible: sin tanques, ni metralletas. Hoy se usa abusivamente el impedimento de salida del país, la prisión preventiva, la amenaza y el condicionamiento político como armas para eliminar al enemigo político. Se intervienen estudios jurídicos que han merecido la respuesta del Colegio de Abogados. ¿Mañana serán los canales, diarios y radios?

Colegas, con la libertad de opinión que siempre me ha brindado el director de El Montonero, Víctor Andrés Ponce, a quien estoy muy agradecido por este espacio, y como aprista joven que ha tenido el honor de postular al Congreso llevando la idea de poner a leer al Perú, hago un llamado a todos los periodistas del mundo libre a darnos a los apristas la oportunidad de escuchar nuestro testimonio sobre los hechos que se suscitan hoy en el Perú. Apelo a su sentido crítico y su imparcialidad.

PD: Cuando se publica esta carta, habré atendido la llamada del comunicador Nicolás Lussich, de Radio CARVE en Uruguay, quien ha tenido la gentileza de ser uno de los primeros en atender nuestro llamado desde el Perú. Le estamos agradecidos.

 

Arturo Valverde
22 de noviembre del 2018

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