Apra: uno, dos y tres

A mí me gustaría ver un tercer gobierno aprista. Un país como el Perú, con recursos suficientes, y que ha sido llevado injustamente a toda clase de crisis, por gente improvisada que no tiene ni la más mínima idea de lo que es gobernar, nos ha pasado la factura a todos. Hoy se habla de crisis en empleo, economía, política y más. ¿Cómo llegamos a esto?

Pienso que un tercer gobierno aprista sería muy bueno para el país. En el segundo gobierno aprista la economía creció, incluso con crisis en el mundo, a un promedio de 7% anual. Se hizo obra. Allí está el Metro de Lima, que traslada a millones de pasajeros; el Gran Teatro Nacional, sede de la VIII Cumbre de las Américas, el Estadio Nacional, donde clasificó la selección peruana al Mundial de Rusia. Allí están las obras de luz y agua, colegios emblemáticos y más.

En el primer gobierno también se hizo obra, aunque algunos por estrategia política hayan pretendido vender la idea de que entre 1985 y 1990 no se hizo nada. Allí está Gallito Ciego, Chavimochic, Charcani, Majes, Neoplásicas. Entonces, de alguna manera, el Perú avanzó. Y eso no se puede negar.

¿Qué ha pasado con el Perú desde el 2011? Las cifras y la gente que no es aprista dicen que el Perú está perdiendo el paso en economía, empleo y otros campos. La clase técnica del país ha demostrado que no está preparada para conducir el Perú. El comunismo, la izquierda, que participó en el gobierno de Velasco, no ha entendido todavía lo que es democracia, y es difícil que se pongan de acuerdo entre ellos. La derecha, nunca ha gobernado para el pueblo, sino para un grupo de ellos mismos.

Un tercer gobierno aprista permitiría reencaminar el desarrollo del país, con mayor estabilidad política y económica. No más preocupaciones de que mañana podríamos amanecer con nuevo presidente, o el nuevo escándalo de cada día.