Jorge Varela
América Latina desintegrada y muda
Soporta la embestida de la izquierda antidemocrática

“América Latina prácticamente no existe, no tiene voz”, ha señalado el expresidente chileno, Ricardo Lagos (1 de diciembre de 2022). A juicio del brasileño Celso Amorin, excanciller de Lula da Silva, “América Latina necesita unirse más. Necesitamos fortalecer la unidad de América del Sur” (Nueva Sociedad Nº 201, septiembre-octubre de 2022).-
Esfuerzos integracionistas
Con la finalidad de activar el integracionismo dormido en nuestra América, se ha proyectado una serie de iniciativas. Uno de los últimos intentos fue la carta de siete expresidentes, –acompañados de exministros, parlamentarios e intelectuales–, enviada a doce presidentes en ejercicio para conformar una ‘nueva’ Unasur que considerara a las fuerzas de izquierda y centroizquierda que hoy gobiernan en la región. En el documento se afirmaba que la Unasur “es la mejor plataforma para reconstituir un espacio de integración en América del Sur” (Ricardo Lagos, Michelle Bachelet, Rafael Correa, Eduardo Duhalde, José Mujica, Dilma Rousseff y Ernesto Samper) (El Montonero, Muerte y resurrección de la Unasur, 15 de diciembre de 2022).
Algunos también han propuesto darle un nuevo empujón a la Celac, para que compita con la decadente Organización de Estados Americanos OEA.
La Alianza del Pacífico: una alternativa en espera
Si nuestra región atraviesa por una fase compleja y sus diversos órganos de diálogo y coordinación subsisten a medio funcionar, ¿qué podría cambiar el estado de inercia circundante?, ¿qué iniciativas lúcidas de integración comunitaria podrían reflotarse?
“Frente a este escenario, cabe preguntarse por qué no se destinan los esfuerzos a potenciar aquellas instancias regionales que sí han mostrado efectividad, como es el caso de la Alianza del Pacífico que ha logrado trascender a gobiernos de los más variados signos” (“Intentos para resucitar a Unasur”. La Tercera, 30 de noviembre de 2022).
La Alianza del Pacífico partió en octubre de 2010 como un proceso de coordinación política fraguado por el entonces presidente de Perú Alan García, en respuesta al fracaso del Arco del Pacífico iniciativa promovida por Colombia en 2006. La Alianza del Pacífico se organizó en Lima en abril del 2011 y se perfeccionó en Antofagasta en junio del 2012, con el objetivo de profundizar la integración regional y definir acciones conducentes a la vinculación mercantil con la región Asia-Pacífico, fundadas en los tratados bilaterales vigentes.
Sobre esta alternativa es oportuno citar el pensamiento del presidente chileno Gabriel Boric, quien declaró a finales de 2021 antes de asumir su mandato que su prioridad en política exterior era la relación con la Alianza del Pacífico integrada por México, Colombia y Perú. “Vamos a darle en el futuro prioridad a la Alianza del Pacífico”. En dicha ocasión destacó que ya había hablado con Andrés Manuel López Obrador, Iván Duque de Colombia y la cancillería de Perú (SDP Noticias. 27 de diciembre de 2021)
Posteriormente Boric ratificó su voluntad en el IV Gabinete Binacional de Ministros de Perú y Chile al expresar: “vamos a darle continuidad a esta importante cooperación multilateral que tenemos entre los países de las cuencas del Pacífico de nuestra América” (ver además el punto 31 de la Declaración Conjunta. Santiago, 29 de noviembre de 2022)
El horno no está para bollos ni empanadas
Después del fracasado golpe de Estado de Pedro Castillo, el horno no está para bollos, ni empanadas. Menos si se considera la intervención descarada de Andrés Manuel López Obrador y Gustavo Petro, en la soberanía de un país hermano integrante de la referida Alianza del Pacífico. ¿En qué ha quedado la doctrina Estrada acerca del derecho de libre determinación de los pueblos en el caso del errático México de AMLO?
No se puede apoyar a un golpista, quien tiene además graves denuncias de corrupción, solo porque se comparte posturas ideológicas de izquierda y se opta por privilegiarlas. Es lo que no ha comprendido la canciller chilena. Y si lo ha comprendido, está faltando a la fidelidad para con la democracia y el ordenamiento jurídico continental. Sus declaraciones en el programa Estado Nacional son lamentables e inquietantes (TVN, 18 de diciembre de 2022).
Mientras los analistas peruanos han resaltado las contradicciones que se desprenden del discurso de una autoridad chilena importante, y de su particular enfoque respecto del atropello en que incurrió Castillo, en Chile vecino país andino, son pocos los que han condenado esta postura.
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