Aldo Llanos
A propósito del cumpleaños de San Josemaría Escrivá de Balaguer
Nueve de enero, la santidad y el estrés de la vida corriente
Hay muchas personas a las cuáles el rigor e intensidad de las jornadas laborales fuera y dentro de casa, terminan por cambiarles de humor y no es para menos. La situación económica sigue siendo difícil y con frecuencia se aceptan los trabajos como vienen.
Esto produce estrés al terminar agotados física y/o mentalmente, generando actitudes a la defensiva y hasta agresivas, ante la menor contrariedad en casa.
Peor aún para muchos no creyentes o católicos no practicantes, porque terminan perplejos al ver esa incongruencia entre quién procura rezar y frecuentar los sacramentos y estar a la vez de mal humor cuando llega a casa con los suyos. ¿Qué hacer?
Pues bien, San Josemaría nos muestra una salida para esta situación, la cual, no invalida el cansancio y la molestia que uno pueda llevar en la mochila a casa (invalidar esas emociones sería inhumano y nada empático), proponiendo lo siguiente:
FORJA 725: "¡Todo por Amor! Este es el camino de la santidad, de la felicidad. Afronta con este punto de mira tus tareas intelectuales, las ocupaciones más altas del espíritu y las cosas más a ras de tierra, ésas que necesariamente hemos de cumplir todos, y vivirás alegre y con paz".
En efecto. Cuando más pesada se ponga la jornada, recuerda por quiénes lo haces y te darás cuenta que en el fondo lo haces por amor.
Cuando encuentras más problemas por resolver al llegar a casa, recuerda por quiénes has de intentar resolverlos y te darás cuenta que en el fondo lo haces por amor.
De ese modo se vive en paz, agotado sí, pero en paz y feliz, porque cada cosa que hacemos, desde atender a un cliente pesado de último momento, hasta resolver una planilla enrevesada que otro debió facilitar o lavar los platos acumulados del día al llegar a casa en la noche, no nos producirá ganas de renegar (al menos no tanto jajaja), sino de ofrecer la realización de ese trabajo a Dios como una oración más por el amor que le tenemos a Él como a nuestros cónyuges, padres e(o) hijos.
¿Y si siento que en mi trabajo o en mi familia no hacen lo que deben hacer?
Pues por amor también se corrige.... ¡con amor! (es decir, mediante un diálogo basado en nuestros sentimientos y proponiendo metas en común claras y realizables).
Si somos laicos allí se juega mucho nuestra santidad y la mejora de nuestra sociedad.
Por lo tanto, a propósito del cumpleaños de San Josemaría, que interceda por todos nosotros para saber, querer y poder amar más y mejor a todos.
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