El “fujimontesismisno” de la democracia

 

La toma de posesión de Martín Vizcarra supone la última etapa hacia la transición democrática del Perú. Un error que se comete en el análisis de las transiciones es limitarlas al periodo que comprende el final de un régimen y el primer gobierno ideológicamente opuesto a ese régimen. En el Perú se llama “gobierno de transición” al de Valentín Paniagua. Error. En el Perú terminará la transición cuando desaparezcan la prácticas políticas denominadas “fujimontesinistas”. Un tiempo que quizás haya llegado ya con la emisión de los kenjivideos y su demoledoras consecuencias, 18 años después de la huida de Alberto Fujimori.

No nos equivoquemos, aquí el “fujimorismo” es la imagen de todos los males; pero con la excepción de Paniagua, todos los presidentes han sido auténticos practicantes de los males del “fujimontesinismo”. La habilidad de la oligarquía económico gobernante mediática del Perú ha sido atribuir todo lo malo al fujimorismo, y vender como bueno todo lo demás. O sea, ellos.

La corrupción, las prácticas de nepotismo y enchufismo, los vínculos empresariales, el uso y abuso dentro del estamento militar resultan lamentables. La conspiración de PPK con Humala para la alteración del resultado, usurpando el derecho de voto de cientos de miles de policías y militares, es todo lo contrario a ser “un demócrata”. Además PPK, después de su manipulada elección, ha tenido un año y medio de absoluto fracaso en su gestión. No ha hecho nada excepto mentir a todos sobre sus vínculos con Odebrecht, usar torticeramente los poderes del Estado y dejar abandonadas a las víctimas de las inundaciones. Nada que ver con un gobierno “de lujo”.

Ahora bien, resulta que la responsabilidad de semejante fracaso era, cómo no, de Keiko Fujimori. A ella se le exigía que, por supuesto, no cumpliera con su mandato constitucional de hacer oposición para que los pepekausas pudieran seguir en la corrupción. La criminalización de unos y la laxitud con los otros es todo un escándalo hábilmente mantenido durante los últimos 18 años.

 

PPK y las peores prácticas fujimontesinistas

La peor práctica política del fujimorismo era la compra de voluntades y el tráfico de influencias utilizando los instrumentos del Estado. Eso que ha quedado demostrado que ha hecho Pedro Pablo Kuczynski, por lo menos en dos ocasiones en los últimos cuatro meses.

PPK, ante la petición de vacancia, no tuvo ningún reparo en comprar el voto de Kenji —el más Fujimori de los Fujimoris— pagando por su continuidad el indulto a Alberto Fujimori y otras dádivas para los mercenarios que acompañaron a Kenji en la traición. Curiosamente los que identificaron el escándalo del tráfico de influencias fueron la extrema izquierda y Fuerza Popular de Keiko. Dos organizaciones políticas con ideología. La oligarquía económica, política, mediática y empresarial respiró tranquila porque PPK seguía de presidente. ¿Cómo denunciar las prácticas fujimontesinistas de PPK si evitan que llegue Keiko al poder?

Cuando como resultado de ese indulto con precio político se vuelve a presentar un nuevo pedido de vacancia, PPK vuelve a sus prácticas político-mafiosas y pretende repetir la compra de escaños a políticos. Para salvar el sistema corrupto hay que romper —gran contradicción— el partido de Keiko Fujimori. Salvar la vacancia suponía terminar con Keiko Fujimori y salvar el régimen corrupto en el que, como final de recorrido, han tenido que unirse todos los que han hecho de la corrupción su estilo político. PPK y su gente con Kenji Fujimori con su gente.

Fuerza Popular y Keiko desenmascaran al fujimontesinismo

Cuando Keiko denuncia el intento de compra de votos por parte del gobierno, PPK —en acto oficial y delante de las FF. AA. del Perú— dijo que era un “cuentazo”. Nadie creía a Keiko. Qué iba a decir el fujimorismo. La única forma de demostrar que las peores prácticas fujimontesinistas eran cosa de PPK era grabando un video. Un video perfectamente hecho en el que vemos el uso corrupto del poder de PPK. Las frases sobre la Fiscalía deberían suponer una investigación inmediata sobre la institución. “No le tengas miedo a la Fiscalía. Estás en el lado del Gobierno. A Fuerza Popular le caerá la Fiscalía”. Montesinos en vena durante el Gobierno PPK. Repugnante video que nos trasladó a finales de los noventa. Y algunos se siguen esforzando en culpar a Keiko por grabar ese video y por poner en evidencia que las peores prácticas fujimontesinistas son cosa de otros como PPK.

Los kenjivideos han puesto de manifiesto que se cambió el régimen, pero todos han practicado la corrupción. La escondían advirtiendo a la ciudadanía de que no llegara al poder Keiko Fujimori para que el país no volviera a caer en las prácticas corruptas que ellos usaban. Hay que recordar que a Keiko —que no ha estado en el poder— no se le han podido demostrar las prácticas corruptas de los presidentes. Eso sí, cada vez que aparecen coimas y corrupción de alguien del lado opuesto a Fuerza Popular, siempre aparece quien dice y “Keiko seguro también”. Cabe recordar que Keiko ya se sometió al Congreso y a la justicia de la democracia sobre el periodo que pasó con su padre en Palacio, con resultado de no culpabilidad y sin sanción alguna.

El establishment corrupto ha tenido que indultar a Fujimori para mantenerse en el poder. Al final, para mantener la corrupción tenían que trabajar todos juntos. El estorbo para ello era Keiko, que de Fujimori ya solo tiene el apellido. Los corruptos sabían que con ella no podían contar y optaron por liquidarla. No se dieron cuenta de que ella ha trabajado en construir un partido político de verdad, basado en lo bueno de la época de su padre (hubo muchas cosas buenas) y apartándose de las malas (hubo muchas cosas malas). Nunca se imaginó este final. Pero ha sido repugnantemente necesario para cambiar la historia.

 

Vizcarra ¿el verdadero final de la transición?

Martín Vizcarra es un hombre honesto que ha llegado a la Presidencia gracias a su distancia con la corrupción. Ha llegado al poder gracias a los videos que ha hecho el partido de Keiko —firme detrás de su líder—, que ponen imagen y voz al régimen corrupto que hemos sufrido hasta ahora. Empieza una nueva etapa, con dos bloques políticos en democrático litigio: La izquierda y Fuerza Popular. Probablemente haya sitio para alguno más, pero el que venga deberá tener un proyecto político para el Perú. No puede ser otra puerta giratoria político-empresarial. Ya no. 

Es el momento de la buena política, de cumplir con las legítimas obligaciones orientadas a conseguir lo mejor para los ciudadanos. Llevamos 18 años esperando. Es el momento de levantar al Perú desde la decencia. Es el momento de practicar la verdadera democracia.