Acciones y no reacciones

El impacto en el Perú de la subida de la tasa de interés de la FED

Por Giovanna Prialé Reyes

Ayer la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) anunció el incremento de la tasa de interés de referencia en un cuarto de punto porcentual, que ahora ha quedado entre 0.50% y 0.75%. Este incremento es el segundo que realiza la FED desde la crisis del 2008, y se ha basado en las mejores expectativas de crecimiento económico. Según señalan los analistas económicos, se trata de una acción preventiva frente a una posible política fiscal expansiva que establecería el presidente Trump al inicio de su gobierno.

Esta medida es una señal clara, ya anticipada por los bancos de inversión y los gobiernos, frente a la que América Latina tiene que estar preparada. Una mayor tasa de interés de la FED puede tener impacto al menos en tres variables fundamentales: 1) incremento del costo de la deuda que emitan los países latinoamericanos en los mercados internacionales para financiar sus proyectos de inversión; 2) reducción del precio de los commodities ante una menor demanda (lo que se traduciría en menores ingresos, tanto por la venta directa como por la recaudación de menores impuestos); 3) menores exportaciones destinadas al mercado americano y, con ello, menor ingreso de dólares.

El gobierno peruano ha emitido una serie de decretos legislativos orientados a reducir la tramitología (Dimetutraba), a fin de propiciar la inversión pública y privada (Invierte.pe). Al mismo tiempo, en materia impositiva se han aprobado algunas medidas potentes, como por ejemplo el IGV justo (microempresas pueden pagar el impuesto en un plazo máximo de 90 días, sin intereses moratorios), y la deducción del pago del impuesto a la renta del pago de servicios médicos, odontológicos o la inscripción de la trabajadora del hogar en Essalud. Sin duda, urge una campaña informativa y educativa, articulada y potente, que logre cambiar el comportamiento del ciudadano, tanto del empresario como del ama de casa para que estas medidas, hoy solo en papel, se conviertan en un motor de desarrollo: inversión, consumo y crecimiento.

Pero esto no es suficiente, hace falta la gran inversión nacional y extranjera. Y esta requiere, además, de un adecuado equilibrio fiscal, política monetaria estable, y estabilidad jurídica y política. No podemos darnos el lujo de crear cismas políticos internos cuando lo que requerimos es abordar los temas de fondo. Y para ello tenemos que tener una agenda mínima, consensuada por los políticos, y que se traduzca en acciones de política claves: ¿cómo logro acceso a educación y salud de calidad?, ¿cómo mejoro la empleabilidad de los jóvenes sea en Perú o en el extranjero?, ¿cómo potencio la capacidad de la población de contar con activos (casa, auto, mototaxi, etc.) que les permitan mejorar su calidad de vida?, ¿cómo hago sostenibles microempresas a través de cadenas de valor que mejoren productividad y las vinculen con mercados nacional e internacionales a precios competitivos?, ¿cómo logramos que las actividades mineras sigan desarrollándose en un entorno de tranquilidad, respetando las demandas de las comunidades?, ¿cómo hacemos que el agua de las alturas y de la selva pueda ser utilizada?, ¿cómo incrementamos el acceso a agua y desagüe no solo en la zona urbana, sino sobre todo en la rural?

Los escenarios de crisis requieren medidas urgentes y eficientes. Si no, preguntémosle a un empresario exitoso que debe hacer que su negocio subsista y se haga fuerte, porque de él dependen miles de familias.