Señores del Ejecutivo, ¿por qué no hay genéricos en el Perú?

¡Increíble, pero cierto! Recién el Ejecutivo expide el Decreto de Urgencia N° 059-2020 para “garantizar el acceso a medicamentos y dispositivos médicos para el tratamiento del Covid-19”. En otras palabras, recién se asignaron los recursos para que el Estado desarrolle compras urgentes y especiales de genéricos que nuestros médicos heroicos recetan en postas y hospitales (azitromicina, paracetamol, ivermectina e hidroxicloroquina). Otra vez. ¡Increíble, pero cierto!

El Estado es la principal fuente de abastecimientos de medicinas en el Perú. Alrededor del 80% de las medicinas son distribuidas por los sectores estatales; es decir, por los establecimientos del Ministerio de Salud (Minsa) y los de Essalud. El 20% restante corresponde al sector privado, distribuido entre las grandes cadenas y las farmacias pequeñas.

Si las cosas no están claras, vale señalar que de las 12,000 farmacias que existen en el Perú, más de 8,000 establecimientos pertenecen al Minsa. En base a estos datos irrefutables, nos permitimos preguntar a los señores del Ejecutivo, ¿por qué no hay medicinas genéricas para el tratamiento del Covid-19 en el Perú? ¿Qué está sucediendo? Y si reparamos en que recién se dictó el Decreto de Urgencia que establece una política de gobierno y asigna recursos sobre las medicinas genéricas para tratar el Covid-19, es evidente que la respuesta es una sola: la falta de genéricos en el Perú es responsabilidad directa del Ejecutivo.

Pero no solo se trata de establecer responsabilidades. El problema es que los populistas y los colectivistas pretenden echar sombras y humos sobre las responsabilidades en los genéricos para tratar el Covid-19, demonizando a las farmacias privadas que solo abastecen el 20% de la demanda. El Estado se hizo “de la vista gorda” en la distribución de las medicinas genéricas del Covid-19, y por eso el stock para cuatro meses de genéricos de las farmacias privadas se agotó en un mes y unos días. Agotados los genéricos de las farmacias privadas, por la explosión de las infecciones, solo quedaron las versiones de marca que cuestan cuatro o cinco veces más.

En ese contexto, los populistas de siempre, los irresponsables de siempre, a quienes no les interesa un comino los pobres que mueren por falta de genéricos, empezaron una campaña para demonizar a las farmacias privadas, que solo abastecen un quinto de la demanda. Pero eso no fue todo. El Ejecutivo –es decir, el principal responsable del desabastecimiento de genéricos– se subió al carro populista que busca demonizar al sector privado con leyendas de acaparamiento y especulación. En los últimos días hemos visto intervenciones policiales a las farmacias privadas bajo la creencia de que el sector privado es la principal fuente de abastecimiento de genéricos del país.

En realidad, lo que estamos contemplando en el Perú es una brutal ofensiva populista que cabalga sobre el avance de la pandemia y la brutal recesión que se llevará más de 12% del PBI, que destruirá dos millones de empleos y lanzará a tres millones de peruanos más la pobreza. En otras palabras, un 30% de la población caerá bajo esta lacra social. En este contexto, los populistas, los colectivistas y los comunistas solo tienen un objetivo: destruir al sector privado mediante el establecimiento del control de precios, sobrerregulaciones y criminalización de la actividad.

Los populistas del Congreso, incapaces de fiscalizar la errática política del Estado y del Ejecutivo en la distribución de las medicinas genéricas para tratar el Covid-19, han decidido sumarse a la ola populista contra el sector privado, sin importar que este sector aporte el 80% de los ingresos del Estado y provea más del 85% del empleo. Con tal de ganar un aplauso para la semana y un voto para el 2021 pueden liquidar el modelo económico que posibilitó reducir la pobreza del 60% de la población a solo 20%. Devastador.