Editorial Política

Señores congresistas, ¡no destruyan más el país, por favor!

Iniciativas estatistas y populistas se multiplican en el Congreso

Señores congresistas, ¡no destruyan más el país, por favor!
  • 28 de junio del 2020

No solo se trata del injustificado gambito de la estatización de las clínicas, el fracaso en la contención de la pandemia, la alta letalidad del coronavirus y el agravamiento de la recesión (por parte del Ejecutivo), sino que diversos sectores del Congreso han decidido competir en irresponsabilidad y en populismo. 

Si el Ejecutivo pretende cargarle al sector privado las responsabilidades de los yerros monumentales del Estado en la crisis del coronavirus, entonces, en el Congreso se pretende aprobar la devolución de los aportes a la Organización Nacional Previsional (ONP) –fondo común pensionario del Estado– de los ciudadanos que no aportaron por más de 20 años,  a sabiendas que obligará a desembolsar S/ 6,000 millones del fisco. Si el déficit que se acumulará este año por los yerros del Ejecutivo y el curso de la propia pandemia se proyecta en 10% del PBI, ¿hacia dónde vamos con este tipo de propuestas? ¿Acaso los congresistas creen que el país puede terminar más quebrado de lo que está?

La obsesión de los congresistas con el sistema previsional revela una vena populista que solo tiene que ver con el aplauso electoral. Se aprobó (por insistencia) la ley que posibilita retirar el 25% de las cuentas individuales de las AFP,  y ahora se pretende crear un sistema previsional propio para el agro, a sabiendas que el sistema laboral agroexportador –que avanza pese a todo– forma parte de los sistemas previsionales existentes. 

Pero no solo se trata de eso, sino que también se ha presentado una iniciativa para aumentar la remuneración mínima diaria en el régimen agrario. Para este sector de populistas no interesa en lo más mínimo que la Ley de Promoción Agraria (Ley N° 27360) haya permitido reducir la pobreza de 67% de la población a solo 19% en las zonas agroexportadoras, y que la formalidad laboral, según el BCR, se haya incrementado en 160% (hasta antes de la pandemia). Tampoco interesa que en dos décadas de vigencia de Ley N° 27360 las agroexportaciones se hayan incrementado de US$ 800 millones hasta US$ 7,500 millones (hasta el 2019) y que el 94% de las unidades que participan en el desarrollo exportador sean pequeñas empresas. Nada de eso interesa. Lo que vale es el aplauso semanal.

En el Congreso no solo hay un sector que pretende destruir cualquier posibilidad de reforma previsional (una amenaza más grave para la tercera edad que el coronavirus), sino que las propuestas populistas se multiplican de aquí para allá. En la Comisión de Defensa del Consumidor del Legislativo se acaba de aprobar un proyecto de ley que establece la congelación de los pagos y obligaciones de préstamos bancarios por 90 días, pero de común acuerdo entre las partes. ¿Cuál es la necesidad de sancionar una norma de este tipo si los bancos y entidades financieras están reprogramando deudas e intereses hasta por 12 meses de común acuerdo entre las partes? Si la Constitución establece que los contratos no pueden ser modificados por leyes, ¿bajo qué criterio algunos congresistas se atreven a sancionar esta clase de normas? La única explicación: aplauso de la semana y voto para el 2021.

En el Congreso comienzan a proliferar normas de todo tipo que, de una u otra manera, anuncian la destrucción del proceso institucional, económico y social de las últimas tres décadas. Se pretende reformar el sistema electoral a tontas y locas e, incluso, existe una propuesta de nuevo sistema nacional de movilización nacional que establece que, ante situaciones de emergencia, el Estado puede disponer de la propiedad de personas naturales y jurídicas de manera transitoria. Es decir, el alma fascista y totalitaria con los pretextos de la emergencia. Y si a esto le sumamos que los comunistas pretenden cargarse el régimen económico de la Carta Política, eliminar el principio constitucional de la inviolabilidad de los contratos y otras propuestas estatistas, la pregunta es, ¿hacia dónde están empujando al Perú? ¿Acaso se viene una propuesta que pretende recortar las funciones del BCR?

Ante esta situación invocamos a los sectores responsables del Legislativo a detener esta oleada de iniciativas irresponsables que pretenden destruir todo lo avanzado en los últimos 30 años. ¡Es hora de reaccionar! No podemos permitir que la improvisación y la falta de amor por el país en el Ejecutivo y en el Congreso acaben con todos los avances conseguidos.

  • 28 de junio del 2020

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