Editorial Política

“Populistas” del Congreso quieren profundizar recesión

Otra vez proponen una asamblea constituyente

“Populistas” del Congreso quieren profundizar recesión
  • 27 de mayo del 2020

Un sector de la bancada de Acción Popular (AP), muy vinculado al ex congresista Yonhy Lescano, se ha lanzado, como se dice, por la libre con una serie de propuestas que pretenden hundir al modelo económico. Por ejemplo, el congresista Orlando Arapa Roque, de AP, ha planteado un proyecto de ley que “declara de interés nacional la convocatoria a un referéndum para la reforma total que sería la elaboración de una nueva constitución y/o efectuar una reforma parcial”. 

El proyecto es tan gaseoso que deja entrever que una reforma total o parcial de la Constitución es lo mismo. Sí, amigo lector, aunque no lo crea una reforma total o parcial de la ley de leyes es igual para el congresista Arapa. En realidad, lo que busca el mencionado parlamentario es resucitar la idea del referendo, tan cara para cualquier populista. La cosa se presentó tan delicada que Roel Alva, otro congresista de AP, salió a aclarar que la iniciativa de no era de la bancada de AP como tal. Otro proyecto también impulsado por el sector de acciopopulistas vinculados al ex parlamentario Lescano propuso revisar el nombramiento de los tres directores del Banco Central de Reserva porque supuestamente habían estado vinculados políticamente. La Carta Política solo establece la posibilidad de remoción por falta grave, ¿cuál es la falta?

Pero al margen de lo anecdótico de estas propuestas, porque estamos seguros de que Acción Popular como bancada honrará su historia al lado de la República y la economía de mercado, es evidente que los sectores populistas y colectivistas pretenden convertir el fracaso en la contención de la pandemia, la profundización de la recesión y el aumento de pobreza en el escenario del lanzamiento de candidatos y propuestas demagógicas. Y siempre vale señalar que a los demagogos no les interesan los pobres. Únicamente buscan el apoyo de los descamisados para la siguiente elección. De allí su voluntad de recitar el viejo relato marxista acerca de que “los ricos explotan a los pobres”.

En la exposición de motivos del proyecto que busca elaborar una nueva Constitución están todos, pero absolutamente todos, los argumentos a favor del estado empresario, del control y la regulación de precios o, para ser más directos, del modelo chavista que se fundó en el Perú con el régimen velasquista que lo estatizó todo y que hoy desata la tragedia humanitaria en Venezuela.

Antes de la Constitución de 1993, la existencia del modelo del estado empresario determinó que existieran más de 200 empresas estatales que obligaban a destinar casi todos los ingresos del Estado a pagar planillas. El déficit fiscal se volvió un forado imposible de manejar y luego se desató una hiperinflación que hoy es estudiada en la academia como una de las más graves de la historia. Hubo también las famosas colas por arroz, leche, azúcar y papel higiénico, que ahora solemos ver en la tragedia venezolana. El resultado de las plagas bíblicas estatistas fue la conversión de más del 60% de la población peruana en pobre y generaciones de peruanos desnutridos.

Esa tragedia cambió radicalmente con la Carta Política de 1993 que estableció el fin del estado de empresario, la primacía de los contratos y los derechos de propiedad, y que desreguló mercados y precios. El nuevo orden constitucional también sacó el manejo de la política monetaria de la esfera de los políticos que crearon la hiperinflación, y organizó el nuevo Banco Central de Reserva con plena autonomía en el manejo de la moneda. Bajo el nuevo marco constitucional, el crecimiento en base a la inversión privada, hasta antes de la pandemia, triplicó el PBI, redujo las pobreza del 60% de la población a solo 20% y el Estado sumó más de US$ 65,000 millones en reservas.

Los populistas y demagogos de hoy, pues, pretenden aprovecharse de la pérdida de los empleos y el aumento de la pobreza que generarán el fracaso en la contención de la pandemia y el agravamiento de la recesión. ¡Es hora de reaccionar y defender lo avanzado!

  • 27 de mayo del 2020

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