¡Otra vez: sector privado, columna vertebral contra pandemia!

No obstante que el Ejecutivo y el Congreso aprueban leyes que apuntan a debilitar al sector privado –la nueva ley agraria y la ley que establece topes a las tasas de interés–, y pese también a que el 80% de los ingresos que el Estado despilfarra –en sinecuras ideológicas y estrategias políticas– provienen del sector empresarial, una vez más el empresariado nacional se moviliza para poner el hombro en la contención de la pandemia y el esfuerzo supremo de salvar vidas.

Se acaba de conocer que el sector privado –por iniciativa de la Sociedad Nacional de Industrias, la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo, y otras empresas– donará la próxima semana 1,000 nuevas unidades UCI, que permitirán salvar centenares de vidas frente al colapso general del sistema hospitalario del país. Hoy se sabe que las más de 1,800 unidades UCI del país están ya ocupadas, y que hay más de 600 pacientes en espera de un respirador. 

La donación privada que llegará la próxima semana desde Nueva York, entonces, posibilitará salvar vidas. Pero eso no es todo. Desde fuentes del sector privado se anuncia que, en la siguiente semana, se concretará una nueva donación de otras 1,000 unidades UCI. En la actualidad ya hay 300 para una tercera donación; es decir, se busca materializar el aporte de tres millares de unidades UCI.

Las mencionadas unidades UCI son de la marca Vortan, que se fabrican para el Ejército de los Estados Unidos en campañas de guerra. Si bien son unidades ágiles y limitadas en el uso, el sector privado ha encontrado que la unidad posibilidad de proveer a la sociedad peruana de unidades UCI en pocos días pasa por estas adquisiciones y donaciones. Si la siguiente semana llega un segundo lote de 1,000 unidades UCI, el Perú estará recuperando cierta dignidad en su enfrentamiento con la pandemia.

La pasada administración Vizcarra prometió equipar 5,000 unidades UCI. Sucedió todo lo contrario. Más bien se desactivaron unidades UCI y el Perú, pese a tener las arcas repletas de los impuestos que pagan los empresarios, ni siquiera pudo asegurar contratos para comprar vacunas que garantizaran la inmunización de los peruanos en el 2021.

Pero no solo se trata del esfuerzo del sector privado con las unidades UCI. El oxígeno también proviene del sector privado. La asociación civil Respira Perú –integrada por el sector empresarial, la Conferencia Episcopal Peruana y la Universidad San Ignacio de Loyola– ha donado varias plantas de oxígeno a los hospitales y regiones, que hoy están salvando vidas. En una primera teletón se logró recaudar S/ 8.5 millones, que ya fueron donados. Y se viene una segunda teletón.

De otro lado, como todos sabemos, la asociación civil Soluciones Empresariales se encargará del traslado del primer lote de un millón de vacunas Sinopharm desde la ciudad de Beijing, en China, hasta el Centro Nacional de Abastecimientos de Recursos Estratégicos de Salud (CenaresS) en el Callao. Para el traslado de este primer lote, que inmunizará al personal de primera línea (médicos, enfermeras y policías), se contratará a una empresa logística de talla internacional.

A esta impresionante movilización de solidaridad empresarial hay que sumar todos los esfuerzos privados realizados durante la primera ola de la pandemia para la adquisición de pruebas moleculares, equipos de protección especial, camas hospitalarias y fabricación de unidades UCI en el país. Al respecto se debe señalar, por ejemplo, que la CONFIEP, desde el inicio de la pandemia, ha donado 2,320 cilindros y 235 unidades UCI  a todos los hospitales del país, aparte de ingentes cantidades de test para el Covid y equipos de protección especial. Igualmente, en regiones mineras como Cajamarca, las donaciones de plantas de oxígeno, han convertido a las empresas mineras –al lado de los gobiernos regionales– en los soportes en la contención de la pandemia.

A pesar de que los políticos del Ejecutivo y del Congreso se dedican a promover normas que desalientan la inversión privada, y que la actual mesa directiva del Legislativo plantea un paquete de normas anti inversión que liquidarían el sector privado antes de las elecciones de abril, todos debemos saber que, en los próximos días, si la gente no se muere en la puerta de los hospitales solo se explicará por la gran movilización privada.