La comisión de Constitución del Congreso de la R...
El hecho de que el Congreso no asuma su responsabilidad frente al desastre nacional causado por el Gobierno de Pedro Castillo, Perú Libre y el Movimiento de Amnistía por los Derechos Fundamentales (Movadef), está reduciendo la salida a la crisis nacional a una de tipo judicial.
Es innegable que salir de este proceso de destrucción nacional también implica una decisión desde las entidades de justicia. Los testimonios de los colaboradores eficaces y los hechos que se acumulan en contra de Castillo nos indican que, en la cúspide del poder, se han organizado redes criminales que no pueden continuar. La salida judicial a la crisis, entonces, es incuestionable.
En ese sentido, sin mayores dudas, los peruanos de buena voluntad debemos respaldar las investigaciones que desarrolla el Ministerio Público contra el jefe de Estado. Sin embargo, imaginar que la salida a la actual crisis solo es un asunto judicial es una ingenuidad que nos puede llevar a desperdiciar quizá la última oportunidad de salvar el sistema republicano organizado sobre la base de la Constitución de 1993.
El sistema institucional y político del Perú podría ser calificado de un modelo semipresidencial, en la medida que el jefe de Estado y el Congreso son elegidos mediante el sufragio de todos los peruanos. El presidente de la República y el Legislativo, entonces, expresan la soberanía del pueblo, con la necesaria precisión de que el Jefe de Estado concentra la mayoría del poder político, económico y coercitivo del Estado.
Elegir el jefe de Estado mediante el sufragio nacional es, pues, uno de los mayores actos políticos en el sistema republicano. Es incuestionable que hoy la mayoría de peruanos entiende que, al elegir a Castillo, ha cometido uno de los peores errores de la historia republicana. Reparar el mayor error que se comete en democracia –es decir, elegir mal– es imposible solo con la salida judicial. Se necesita también una salida política para superar la espiral de destrucción y polarización de las últimas dos décadas.
Hoy no se vislumbra una salida política porque las bancadas comunistas elegidas en la última elección nacional, sumadas a los votos de los llamados “niños” en el Congreso, suman más de 50 votos y evitan que el Legislativo forme la mayoría constitucional para vacar al jefe de Estado o inhabilitar a los miembros del Ejecutivo. La imposibilidad de formar esa mayoría evita que se organice una salida política al desastre nacional.
No obstante, semejante situación no nos debe llevar a renunciar a la transición política del actual desastre nacional. No es posible. ¿Qué requerimos para avanzar en ese sentido? Necesitamos que las fuerzas que ven con más claridad la tragedia nacional en el Legislativo –Fuerza Popular, Avanza País, Renovación– formen un gran frente parlamentario que puede llegar a sumar más de 50 votos y se proponga atraer a los más de 30 votos –críticos y distantes del comunismo– que se forman en las demás bancadas.
Semejante convergencia parlamentaria debería expresarse en una fórmula de transición para el Ejecutivo y el Legislativo, en una propuesta de gabinete de unidad nacional y en un plan mínimo de reformas constitucionales y legales que nos permitan fortalecer la institucionalidad republicana y relanzar la economía,
Por otro lado, a nivel de la sociedad en general debería instalarse una gran mesa política de reconstrucción nacional que aglutine a todos los sectores de la centro-derecha y también de la centro-izquierda, con el objeto de construir el camino político que inicie la transición de la actual desgracia nacional que ha desatado el Gobierno de Castillo.
De esa dialéctica entre la sociedad y el Congreso debería nacer la transición política que logre formar la mayoría constitucional para relevar al peor gobierno de la historia republicana del país.
No obstante, los peruanos, no debemos fugar hacia adelante y olvidar que no hay salida a la crisis sin una nueva arquitectura política. Aquí falló la política. Por eso los peruanos elegimos al peor presidente de nuestra historia.
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