Editorial Política

Gabinete Cateriano más que obligado al viraje

Nueva política sanitaria y relanzamiento del sector privado

Gabinete Cateriano más que obligado al viraje
  • 02 de agosto del 2020

En las próximas horas el Gabinete Cateriano se presenta ante el Congreso y está urgido de desarrollar un viraje radical para superar los yerros y despropósitos acumulados por el Gabinete Zevallos y evitar que el sufrimiento de nuestro pueblo se incremente a niveles no imaginados.

El primer cambio tiene que ver con la desgracia nacional que desataron los burócratas colectivistas, de la gestión previa, en el Ministerio de Salud sobre los problemas acumulados en el sistema sanitario.  A la renuncia a desarrollar pruebas moleculares e inteligencia sanitaria para establecer los focos de infección y los seguimientos de las rutas de contagio, se sumó la falta de respiradores y la ausencia de equipos de protección especial para médicos, enfermeros y policías. La desgracia nacional obligó a prolongar el confinamiento y la destrucción del aparato productivo, mientras los mismos burócratas ineficientes se atrevían a redactar protocolos para ahogar al sector privado.

La nueva titular de Salud, Pilar Mazetti, parece haber inaugurado una nueva política. Por lo pronto, las cifras han comenzado a sincerarse y la explosión de infecciones ha ubicado al Perú como quinto país más golpeado por la pandemia y con la más alta letalidad del planeta. Sin embargo, ¿por qué los cambios no parecen avanzar a la velocidad requerida? ¿Acaso porque los burócratas del colectivismo permanecen en el Minsa con el respaldo del Ejecutivo? Si las cosas son así y no se puede convocar a los mejores profesionales, el maquillaje no servirá de mucho.

El Estado necesita volcarse a la sociedad organizada para implementar la llamada estrategia comunitaria, que busca aislar el virus antes de que llegue a los hospitales. Y si no hay sociedad organizada, pues el Estado debe comenzar a organizar a la sociedad en cada avenida, en cada parque, en cada centro comercial, en los servicios de transporte, para que los propios informales sigan trabajando, pero que se conviertan en guardianes contra el virus, estableciendo la distancia social, el uso de tapabocas y sistemas de lavado de manos. En la alianza del Estado con la sociedad organizada, los gobiernos regionales y locales, las empresas y el sector privado se podrá utilizar las pruebas moleculares para detectar los focos infecciosos, aislarlos y establecer medidas de emergencias y confinamientos focalizados.

Pero el otro urgente e imprescindible viraje que debe desarrollar el Gabinete Cateriano es el relanzamiento del sector privado, que pretendió ser asfixiado por los protocolos, procedimientos y medidas anti inversión que colisionaban con la Constitución. Hoy, ante el fracaso general del Estado en la contención de la pandemia (gobiernos central, regional y local), ante la magnitud de la recesión que destruirá más del 15% del PBI, que pulverizará cerca de cuatro millones de empleos, y arrojará alrededor de 30% de la población debajo de la línea de la pobreza, solo queda una apuesta: el sector privado, la inversión empresarial. ¿Por qué? Porque no obstante la destrucción de parte del tejido empresarial, el sector privado seguirá aportando más del 85% de los ingresos del Estado, que los burócratas dilapidan; y porque los aportes de las corporaciones se volverán asuntos de vida y muerte luego de que la actual administración creara un déficit fiscal del 10% del PBI y disparara la deuda pública por encima del 35%.

Sin relanzamiento del sector privado, la autodestrucción, la disolución de la peruanidad en medio de una pobreza generalizada parecen inevitables. En este contexto, el Gabinete Cateriano está obligado a restaurar el orden en Espinar, a detener la estrategia de los sectores antimineros que pretenden paralizar la producción de cobre del sur y bloquear la ejecución de Tía María. Víctor Gobitz, del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, acaba de señalar que la ejecución de seis nuevos proyectos mineros en el sur y el norte del país dispararían el crecimiento del país sobre los dos dígitos. Es hora, pues, de enfrentar abiertamente a los enemigos colectivistas y comunistas del Perú.

Si el Gabinete Cateriano no es capaz de desarrollar un viraje en la política sanitaria ni relanzar el proceso de inversiones del sector privado, el fracaso estará más que asegurado y la crisis del sistema político habrá, como se dice, tocado fondo.

  • 02 de agosto del 2020

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