Editorial Política

Estado y sectores populares contra el virus

Organizar al mundo informal contra el Covid-19

Estado y sectores populares contra el virus
  • 14 de abril del 2020


Días atrás, en un mercado de Moche (La Libertad) se vio –mediante un video que se viralizó en las redes y luego fue recogido por los medios de comunicación– una inmensa cola de ciudadanos que se organizaba y mantenía el criterio sanitario de la distancia social para evitar la propagación del Covid-19. Los compradores debían pararse en círculos distantes dos metros entre sí. Pero lo más prometedor en la lucha contra la pandemia: en el ingreso al mercado se había instalado una carpa que rociaba desinfectante sobre el cliente. 

¿Qué había sucedido para que exista semejante nivel de organización y criterio sanitario? Ante la ausencia de los municipios y autoridades del Estado, los dirigentes del mercado, preocupados por el derrumbe económico de sus negocios, lanzaron este modelo de organización que comenzó a ser replicado por diversos sectores y mercados. Una expresión clara de la potencia de una dirigencia social para combinar criterios sanitarios con estrategia de mercado.

¿Qué puede significar este ejemplo? Que la guerra contra el Covid-19, pues, debería asumir criterios de la estrategia comunitaria, de abajo hacia arriba, tal como lo venimos planteando en este portal. Es decir, integrar el enorme poder de la sociedad organizada para atender y prevenir la pandemia.

Una estrategia comunitaria para aislar el virus en las familias, los barrios, vecindarios y distritos, permitiría utilizar, por ejemplo, a los más de 16,000 comedores populares que existen en todo el Perú, de los cuales de 5,000 están en Lima metropolitana. Asimismo, se podría utilizar a los más de ¡63,000 comités de “Vaso de leche”!, hoy gestionados por las diferentes municipalidades en todo el país.

Es evidente, pues, que tenemos en estas organizaciones populares una gigantesca herramienta para organizar el funcionamiento de los barrios, los mercados populares y las diferentes actividades en los conos de Lima y los mercados de provincias, con los criterios de distancia social que exige una adecuada estrategia sanitaria. Una estrategia que, además, es la única que posibilitará reactivar la economía e incluso la distribución de alimentos y subsistencias para los sectores de extrema pobreza. Por ejemplo, la experiencia de los comedores populares podría servir para la entrega de víveres y alimentos. 

No solo se trata de esas posibilidades. Existen alrededor de 1,600 comités de seguridad ciudadana (aproximadamente uno por municipalidad distrital), organizaciones que pueden convertirse en otra herramienta fundamental para enfrentar la pandemia en los barrios y los sectores populares. Si a ello le agregamos los más de 9,000 clubes de madres existentes, entonces podemos estar seguros de que una estrategia comunitaria, de abajo hacia arriba, para aislar el virus en la comunidad es el único camino de éxito en una sociedad como la peruana, con altos niveles de informalidad y extralegalidad. 

La estrategia comunitaria significa abandonar el criterio pasivo de esperar que el Covid-19 aparezca en los hospitales y salas de emergencia, y asumir la decisión de enviar al personal del Estado –en alianza con las dirigencias populares– a detectar el virus en las familias, barrios y distritos para establecer cuarentenas y medidas de emergencia focalizadas. Una estrategia de este tipo invierte la lógica tradicional de arriba hacia abajo, que practica el Estado, por otra de abajo hacia arriba. Al respecto, siempre vale recordar algunas reglas de los estados y sociedades exitosas. Cuando el orden y las decisiones se asumen de abajo hacia arriba todo suele funcionar. Es una característica del desarrollo. 

De otro lado, nunca se debe olvidar cómo los peruanos derrotamos la amenaza comunista terrorista de los ochenta: cuando todo parecía perdido, el Estado se alió con los comités de autodefensa de los campesinos y los agricultores, y se logró moler al ejército terrorista comunista. ¿Alguien duda de que los sectores populares pueden ser los mejores aliados del Estado y la peruanidad para aislar y arrinconar al enemigo invisible?


  • 14 de abril del 2020

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