La comisión de Constitución del Congreso de la R...
En las últimas semanas, desde diversas organizaciones no gubernamentales auto denominadas “ambientalistas” y “post extractivistas” se están desarrollando sendas campañas de desprestigio en contra de las empresas mineras en la provincia de Espinar. A estas compañías se les acusa de “perseguir y criminalizar” a los supuestos “líderes comunales y defensores ambientales”, tal como el radicalismo llama a los violentistas que hacen trizas el Estado de derecho, la Constitución y las leyes con las permanentes agresiones a la minería moderna.
La oenegé Derechos Humanos Sin Fronteras está desarrollando una campaña mediática a favor de Sergio Huamaní Hilario, un supuesto líder comunal en la provincia de Espinar, buscando que las difamaciones queden impunes. Sucede que Sergio Huamaní, en un pasado webinar (“Minera Glencore y la corrupción: análisis del caso”), organizado por la oenegé Cooperacción, acusó a la minera Antapaccay de haber elaborado un documento denominado “Plan Psicosocial N° 02” sobre el conflicto que se presentó en la zona en el 2012. Según Huamaní en dicho documento –supuestamente elaborado por la empresa minera– se establecía el objetivo de atentar contra el ex alcalde de Espinar, el fallecido Óscar Avelino Mollohuanca Cruz, uno de los líderes de las asonadas y actos de violencia en contra de la señalada operación minera hace más de una década atrás.
Es incuestionable que estamos ante una mentira de principio a fin. Es decir, ante una leyenda que suelen inventar los radicalismos antimineros para organizar sus narrativas. Sin embargo, en esta ocasión a Huamaní se le pasó la mano. ¿Cómo se puede atentar en contra del prestigio de Glencore y Antapaccay, empresas que listan las bolsas mundiales y viven de su prestigio y respeto a los tratados internacionales? Ante esta situación la empresa minera interpuso una demanda por difamación agravada.
En este contexto, en mayo pasado, el Poder Judicial de Espinar (Cusco) a través de una jueza dictó sentencia por el delito de difamación calumniosa agravada contra Sergio Huamaní. Ante esta situación los abogados de Huamaní –integrantes del staff de la ONG Derechos Humanos Sin Fronteras y de la poderosa ONG internacional Earthrigths International– han apelado.
Ahora bien, antes de continuar vale decir que el webinar “Minera Glencore y la corrupción: análisis del caso” ha desaparecido de las redes sociales, Un detalle curioso porque de ser inocente de toda culpa dicho material audiovisual debería haberse difundido y conocido, sobre todo si se nos dice que Huamaní es un “defensor ambiental”, “un líder comunal”, “un perseguido”; no obstante que Espinar se le acusa de destruir el Frente de Defensa de Espinar, de “no trabajar” y tiene además por antecedente un rosario de denuncias en el Ministerio Público.
Ahora, las poderosas oenegés que tienen sus articulaciones en el extranjero y a nivel nacional, desarrollan campañas mediáticas a favor de un personaje que de líder solo tuvo el adjetivo, y que se ha dedicado a desarrollar acciones en contra de la minería moderna. Debido a personajes como Huamaní y a sus redes y organizaciones los relatos y mitos contra la minería moderna en Espinar tienen cierta audiencia en la población, no obstante que la minería moderna es la única explicación del incremento del bienestar, el surgimiento de una clase media y la reducción de pobreza en las alturas de Cusco. Las acusaciones difamatorias y sin pruebas de Sergio Huamaní no deben, pues, quedar impunes.
COMENTARIOS