Editorial Política

El voto contra el Estado fallido de la burocracia colectivista

Análisis de los primeros resultados electorales

El voto contra el Estado fallido de la burocracia colectivista
  • 12 de abril del 2021

Ante los primeros resultados electorales de la ONPE queda en evidencia que la mayoría de electores, ya sea por la izquierda o por la derecha, sancionó a la izquierda progresista que, de alguna manera, estuvo vinculada a las administraciones Vizcarra y de Sagasti. La frivolidad de la burocracia colectivista –hoy en el Estado– en el manejo de la pandemia ha sido tan aterradora que la población, simplemente, salió desesperada en busca de una representación que le permitiera superar el Estado fallido que no compra camas UCI, oxígeno ni vacunas.

En ese sentido, el voto por la izquierda de Pedro Castillo se convirtió en un huracán de protesta, de búsqueda de representación desesperada y también de sanción. Los vínculos de Castillo con el Movadef y la izquierda maoísta aterran a cualquier republicano, pero sería un grave error considerar que el respaldo que consiguió Perú Libre en el sur y en el centro del país pretende la colectivización del Perú. Seguramente los seguidores de Vladimir Cerrón, el cuestionado político bolivariano, hoy presentes en el movimiento de Castillo, pretenderán echar a andar la maquinaria chavista y cubana; sin embargo, la segunda vuelta posibilitará levantar el velo de quienes repiten el mismo discurso de Verónica Mendoza.

De otro lado, el voto por las propuestas de la centro derecha –Keiko Fujimori, Rafael López Aliaga y Hernando de Soto– si bien expresa una idea sobre cómo resolver la crisis, también tiene un contenido de protesta en contra de las las administraciones de Vizcarra y de Sagasti. Si se presentará una segunda vuelta entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori, o entre Castillo y López Aliaga, de una u otra manera quedaría establecido que el Perú mayoritariamente quiso arrojar del Estado a los sectores políticos que respaldaron a las administraciones Vizcarra y de Sagasti. Allí están las catástrofes de Julio Guzmán y Daniel Salaverry.

Sin embargo, debemos analizar cuál es el contenido de ese voto protesta. En Cajamarca, en Puno, en Huancayo, en Ayacucho y en otras regiones en donde se formó mayoría electoral por Castillo están los mayores niveles de pobreza de la población, es verdad. No obstante, en estas regiones también se emplazan miles de emprendedores, de mercados populares, del llamado capitalismo emergente, que ha resistido el Estado fallido, sobrerregulado y carísimo que ha creado la burocracia colectivista limeña de las izquierdas. En Puno y Huancayo, dos áreas de intenso capitalismo popular, ¿alguien cree que el voto por Castillo es a favor de la colectivización? De ninguna manera. Ese voto es contra el Estado fallido que no tiene oxígeno ni vacunas para salvar vidas, contra el Estado que crea regulaciones y procedimientos para justificar a la burocracia dorada del colectivismo limeño, contra el Estado del dispendio inútil y de las sinecuras ideológicas.

Definir el contenido de ese voto de protestas entonces se convertirá en el elemento que definirá la segunda vuelta electoral. Y no tenemos la menor duda de que si el candidato de la centro derecha organiza un mensaje pedagógico logrará recuperar esas regiones que votaron por Castillo a favor de una propuesta republicana, a favor de la economía de mercado y las libertades políticas y económicas.

Finalmente, el voto de protesta nos revela que el Perú ha decidido por el regreso de la política plebeya, de esa política que antes cultivaban los partidos populares (el Apra y el anterior fujimorismo) en las comunidades, distritos y provincias. Esa política plebeya despreciada por el actual establishment, que considera que la política solo se reduce a una estrategia de información y desinformación.

De cualquier manera, la crisis nos ha llevado a esta terrible disyuntiva: o utilizamos la protesta, la justa indignación de la gente para acabar con el Estado fallido y relanzar la economía de mercado y el capitalismo popular, o aceptamos el discurso colectivista y comunista que pretende convertir al Perú en una inmensa fábrica de pobreza.

  • 12 de abril del 2021

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