Editorial Política

El Estado fallido que aumenta pobreza y letalidad

Los argumentos del colectivismo ante el fracaso estatal

El Estado fallido que aumenta pobreza y letalidad
  • 10 de marzo del 2021

En el desarrollo de la campaña electoral los proyectos antisistema suelen demonizar al actual modelo económico calificándolo de “neoliberal”. Según esta interpretación, el fracaso del Estado en la contención de la pandemia, la ausencia de una educación pública de calidad y todos los déficits acumulados en infraestructuras y servicios se explican por el imperio del “neoliberalismo” que “propone una economía sin Estado”.

Es hora de salir al frente de este relato sin sentido que ha venido construyendo la izquierda palabra por palabra y concepto por concepto. Si consideramos que en las últimas tres décadas el PBI se triplicó por tres, que la pobreza se redujo del 60% de la población a solo 20% –antes de la pandemia–, que los migrantes de las últimas décadas se convirtieron en los pujantes consumidores de las ciudades, resulta incuestionable que los mercados y la inversión privada se han convertido en los grandes protagonistas de la historia republicana. 

Y si reparamos en que la inversión privada explica por lo menos –según los organismos internacionales – el 75% del total de la reducción de pobreza, no es exagerado sostener que el pujante capitalismo es la única explicación de nuestra conversión en una sociedad de ingreso medio. En otras palabras, los mercados y la inversión privada sacan nota sobresaliente en las últimas tres décadas.

Sin embargo, si advertimos la informalidad de más del 60% de la economía y de más del 80% del empleo –igualmente antes de la pandemia–; si nos percatamos de que el sistema de salud, simplemente, ha colapsado durante la pandemia; que la educación sigue siendo una tierra de nadie; que la violencia de las minorías detiene inversiones mineras fundamentales para luchar contra la pobreza y desencadena la derogatoria de una ley como la Ley de Promoción Agraria, es legítimo concluir que el Estado no tiene viabilidad o es un “Estado fallido”. En otras palabras, el Estado antes que ser un factor de integración social es uno de disgregación social y nacional. 

¿Cómo entonces pueden convivir una economía de mercado que se expande y reduce pobreza con un Estado fallido? La pregunta se formula pese a que el Estado sigue gastando más de US$ 60,000 millones en los gobiernos central, regionales, locales y empresas públicas; pese también a que el presupuesto del sector Salud, por ejemplo, se incrementó de S/ 2,300 millones a más de S/ 15,000 millones en el 2020; es decir, en más siete veces. Pero eso no es todo. ¿Cómo entender la existencia de un Estado fallido no obstante que el 80% de los ingresos fiscales provienen del sector privado?

El sector privado no solo redujo la pobreza, no solo creó una sociedad de ingreso medio, sino que se convirtió en el actor que, como se dice, “para la olla” del Perú. En este contexto, las izquierdas y los colectivismos pretenden explicar la existencia de un Estado fallido por la persistencia del “modelo neoliberal”.

Es hora de señalar que si el Estado es fallido es porque faltó más “mercado” debido a que una burocracia colectivista y comunista se dio maña para controlar el poder sin haber ganado elecciones. Por ejemplo, la creciente informalidad que bloquea la emergencia popular solo se puede explicar por la existencia de un régimen tributario y laboral sobrerregulado y altamente costoso. Si de “neoliberalismo” se tratara, se procedería a reducir impuestos y flexibilizar los contratos de trabajo para asestar un golpe mortal a la informalidad.

Igualmente, el Estado fallido ha surgido sobre una abrumadora montaña de procedimientos y sobrerregulaciones que solo alientan la corrupción y las irregularidades en los servicios públicos; y que, por supuesto, buscan liquidar al sector privado. Por ejemplo, ¿cómo explicar que el presupuesto de Salud se haya incrementado en siete veces en las últimas dos décadas frente a la incapacidad del Estado fallido de proveer oxígeno, equipar los hospitales, comprar unidades UCI y adquirir vacunas para inmunizar a la población en el 2021? La única respuesta es que la burocracia colectivista ha convertido al Perú en la “república del trámite”, en una avanzada previa del Estado empresario y la economía colectivista.

Es evidente entonces que el Estado fallido se explica por la ausencia de una reforma integral del sistema estatal que recoja todos los principios que explican la pujanza y los éxitos de la llamada “economía neoliberal”. Mucho comunista, mucho colectivista, mucha sinecura ideológica en el aparato estatal, son las principales explicaciones del problema.

  • 10 de marzo del 2021

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