Editorial Política

¡Decadencia general de la República!

Instituciones y economía demolidas por mediocridad política

¡Decadencia general de la República!
  • 14 de septiembre del 2020

Los audios propalados por el Congreso –al margen de pasiones, adhesiones y rechazos– solo revelan una verdad incuestionable: la decadencia general del sistema republicano. La élite política no solo es una de las más mediocres de los últimos 50 años, incapaz de ponerse de acuerdo en temas mínimos de gobernabilidad, sino que las miserias personales más cuestionables la rodean y la envuelven. La falta de virtud atraviesa el sistema político y, sin lugar a dudas –para emplear un lenguaje antiguo–, el mundo público peruano ha perdido todas las virtudes y se ha sumergido en los pantanos de la ignorancia. Para los antiguos, la virtud era conocimiento. La falta de virtud era ignorancia.

Por ejemplo, solo la ignorancia de la feroz guerra ideológica que desataron los colectivismos y las izquierdas con el regreso a la democracia (a inicios del nuevo milenio) pudo llevar a Fuerza Popular a iniciar una guerra política contra la administración PPK, que ha producido los resultados que contemplamos: dos intentos de vacancia presidencial, la renuncia de un jefe de Estado, el surgimiento de la administración Vizcarra, el cierre inconstitucional del Congreso y el actual proceso de vacancia.

Únicamente la ignorancia de la política y de los factores de gobernabilidad pudo haber llevado al presidente Vizcarra a desdeñar cualquier posibilidad de acuerdo y entendimiento político, pese a sus resonantes triunfos políticos luego del referendo –más allá de los estropicios de las reformas constitucionales–, que le otorgaron una popularidad política solo comparable a los mejores momentos del fujimorato. La falta de esos acuerdos volatilizó ese apoyo popular. No hubo una sola reforma, y la administración de la pandemia nos deja un país en ruinas, con una de las letalidades más altas, con la macroeconomía destruida (10% de déficit y cerca de 38% de deuda pública), cerca de siete millones de desempleados y un sector privado a punto de quebrar. Y, en medio de estas tragedias, los audios que se propalaron en Palacio, que entristecen e irritan a la vez.

Igualmente, la ignorancia de que el sector privado aporta el 80% de los ingresos fiscales y provee el 80% del empleo en el Perú, puede llevar a diversas bancadas del Congreso a desatar una fiesta populista para ganarse el aplauso de la semana y competir con el populismo del Ejecutivo. Las propuestas para regular precios y mercados en diversos sectores de la economía se multiplican como la hierba mala. Las cosas que se han escuchado en el Congreso contra el BCR y el sector privado no solo causan una justa irritación, sino que también deprimen a cualquier hombre sensato. ¿Cómo se llegó a elegir a representantes de ese nivel, que no son capaces de informarse ni de consultar a los especialistas? Claro, si se trata de un comunista, de un colectivista, que solo busca el poder por el poder, se entiende su decisión de acabar con las empresas. Sin embargo, el populismo que surge de la ignorancia es un signo, una característica de la decadencia republicana.

Hoy, entonces, como esas ballenas desorientadas que nadan a la orilla en suicidio colectivo, en una república en ruinas se discute la posibilidad de una nueva vacancia presidencial, en un nuevo capítulo de la guerra de poderes que se inició luego de las elecciones del 2016. Entonces nunca la noche estuvo más oscura. Y quizá la luz aparezca, como reza el viejo aserto. 

Los peruanos que no desean participar en política, los intelectuales que no tienen nexos con el actual Estado, los hombres que todavía cultivan virtudes, acaso recuerden que bajo la actual Constitución se desarrollaron cuatro elecciones sin interrupción, se triplicó el PBI y se redujo la pobreza del 60% de la población a solo 20%. Y que de una u otra manera, se derribaron las cordilleras que separaban al mundo criollo del andino. Quizá evoquen esos hechos y decidan participar en política y devolverle algo de virtudes al espacio público. Luego de abrirse la Caja de Pandora de este periodo político solo queda la esperanza. El Perú siempre logra salir. Ganará la esperanza.

  • 14 de septiembre del 2020

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