Congresista Alarcón intercede ante Antauro por Tía María

El ex contralor general de la República y actual congresista por Arequipa de Unión por el Perú (UPP), César Alarcón, ha señalado la necesidad urgente de impulsar el proyecto de cobre Tía María en Arequipa. Asimismo, el mencionado parlamentario se ha comprometido a convencer a Antauro Humala acerca del “imperativo inicio del proyecto Tía María”. Sin embargo, la posición de Alarcón ha sido rechazada por las dirigencias comunistas arequipeñas, quienes lo atacan duramente. 

Como se sabe, UPP es liderado por el movimiento etnocacerista de Antauro Humala. A comienzos del año pasado varios militantes antauristas se trasladaron al Corredor Minero del Sur –departamentos de Arequipa, Apurímac y Cusco– con el fin de detener la producción de cobre (que representa el 50% de la producción nacional) y la cartera de proyectos de inversión pendientes, tales como Tía María y Zafranal, en Arequipa. 

Los seguidores de Antauro se apostaron en las carreteras del sur con uniformes del Ejército peruano y anunciaron “una “guerra contra el sistema democrático y de libre mercado”. Piquetes de manifestantes bloquearon la carretera que conecta a la mina Las Bambas con el puerto de Matarani (Arequipa) con el fin de de paralizar también las exportaciones de cobre y el abastecimiento de insumos mineros a Las Bambas.

En esta acción antiperuana, junto al etnocacerismo estaban grupos separatistas del altiplano, el movimiento islamista Inkarri Islam y otros vinculados con las Casas del ALBA –Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América–, plataforma política organizada por el difunto Hugo Chávez con el propósito de desestabilizar las democracia latinoamericanas. 

A este círculo anticapitalista se sumaron asociaciones de derechos humanos, oenegés del ambientalismo ideológico y marianistas, pastorales, diócesis y vicarías agrupadas en la Red Muqui. En setiembre pasado, la señalada Red sirvió de intermediaria de asociaciones mexicanas vinculadas al Grupo de Puebla –del comunista Foro de Sao Paulo–, sin mayor relevancia en su país. La Red solicitó al presidente Martín Vizcarra la anulación del proyecto Tía María. 

Vale señalar que la presencia de José Luis Paredes Terry en las protestas antimineras radicalizó la posición de los comuneros. Paredes fue temporalmente asesor legal de los dirigentes de la comunidad de Yavi Yavi (provincia de Chumbivilcas, Cusco), zona de influencia del proyecto de cobre Las Bambas (Apurímac). Paredes fue activo intermediario entre las autoridades y los dirigentes durante el bloqueo de la carretera que conduce a la mina. En esos días, Paredes estuvo estrechamente vinculado a Antauro Humala y se convirtió en el vocero político del antaurismo. No obstante, en diciembre pasado, Paredes se distanció de Humala señalando que “traicionó a sus ideales políticos”. 

Los seguidores de Humala, uniformados y con megáfono en la mano, ahora distribuyen sus publicaciones en el sur del país y en las zonas populares de Lima. Se desplazan con facilidad de Yavi Yavi al distrito de Cocachacra, lugar donde se ubica el yacimiento Tía María. Allí organizaron, junto a otras fuerzas del radicalismo izquierdista, movilizaciones públicas y paros en la provincia de Islay, con el fin de detener el proyecto Tía María. 

UPP es ahora la primera fuerza política en Arequipa. Según la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), en la últimas elecciones congresales extraordinarias, con una participación ciudadana de 80.40%, UPP obtuvo el 18.21% de los votos, seguido del Partido Morado (9.32%) y de otras seis agrupaciones políticas. En este contexto, las posiciones de de Antauro Humala con respecto a Tía María podrían detener el clima de violencia en Arequipa. 

En medio del avance de la pandemia y la recesión –por la prolongación de la cuarentena–, que representaría una caída del 10% del PBI y un aumento de la pobreza entre 5 y 6 puntos porcentuales, la posición del congresista Alarcón a favor del proyecto Tía María podría significar un cambio trascendente en sectores del radicalismo antiminero.

Hoy discutir la urgencia o no de impulsar el proyecto Tía María solo puede corresponder a la tradicional frivolidad de las izquierdas, que suelen preferir la ideología a la realidad. Y la realidad nos indica que el aumento de la pobreza que se viene reclama concretar una inversión de US$ 1,400 millones para producir 120,000 toneladas de cobre al 99.99% de pureza.

Mañana mismo se puede comenzar a construir la mina. También el campamento, las vías de acceso a las operaciones, la planta desalinizadora de agua de mar y, entre otros, las canchas impermeables donde se depositará el mineral para producir cobre por lixiviación, el sistema de producción de cobre más amigable con el medio ambiente. Con inversiones y no con “lluvia de millones” –que le costarán caro al país más adelante– el Perú puede resistir “la hecatombe económica” que se desencadenará por el fracaso del Ejecutivo en la contención de la pandemia y en la organización del sistema de salud. Manos a la obra.