Editorial Política

¡Basta! ¡Sociedad y privados deben importar vacunas!

Ejecutivo persiste en monopolio estatal que aumenta letalidad

¡Basta! ¡Sociedad y privados deben importar vacunas!
  • 17 de marzo del 2021

Las informaciones sobre los contratos que el Ejecutivo estaría firmando para conseguir vacunas contra el Covid-19 son absolutamente contradictorias. Sin embargo, todas las noticias y versiones señalan que el Perú apenas logrará inmunizar a 4 millones de personas, a lo mucho, cuando se produzca el cambio de gobierno. El Perú tiene 26 puestos de vacunación y Chile más de 1,400. Devastador. 

En otras palabras, menos del 5% de la población será inmunizada en el primer semestre de este año, frente a una pandemia con un virus que suele mutar en pocos meses. Y cuando los especialistas comienzan a hablar de la posibilidad de una tercera ola.

Ante esta situación, la administración Sagasti se ha entercado en mantener el monopolio estatal en la importación de las vacunas, en medio del escándalo “Vacunagate”, que ha afectado a las administraciones Vizcarra y Sagasti. Los argumentos del Ejecutivo para mantener el monopolio van desde la triste frase del jefe de Estado, Francisco Sagasti, en la que resucita la lucha de clases (pobres, ricos y vacunas), hasta la información de que los laboratorios no le venden a los privados. 

Todos estos razonamientos, sin embargo, no son suficientes para contravenir lo establecido en la Constitución, las leyes de medicamentos y demás normas civiles, que establecen que el sistema de salud se brinda mediante servicios públicos y privados. Tampoco pueden contravenir el inalienable derecho de las familias, los ciudadanos y la sociedad a salvar a los suyos, frente a un Estado fallido que solo ha acumulado ineficiencia y escándalos en el proceso de vacunación. 

Frente a la negligencia del Ejecutivo, ni el Congreso, ni los tribunales, ni el sector privado, ni otros sectores de la sociedad, parecen reaccionar. Como si todos estuviesen resignados al monopolio estatal que aumenta la letalidad y destruye las posibilidades de recuperación económica. Hasta hoy no procede un amparo en el Poder Judicial ni se aprueba una ley del Congreso que se ponga de lado de las familias, la sociedad y los privados, frente a la conducta negligente del Estado fallido.

Para los integrantes de la alianza oficialista del Partido Morado y el Frente Amplio, la ideología vale más que la realidad y las posibilidades de los peruanos. En este portal se ha sostenido que, aproximadamente, el 70% de la población está en posibilidades de comprar una vacuna. El Estado entonces debería concentrarse en los más pobres para empezar a ganarle a la pandemia.

De otro lado, se ha sostenido que si es cierto el argumento del Ejecutivo, acerca de que los laboratorios no venden vacunas a los privados, entonces, ¿cuál es el problema de persistir con el monopolio estatal? Se autoriza la libre importación y los privados no conseguirán vacuna alguna. ¿Cuál es el problema?

En este portal hemos sostenido que si las AFP y los seguros privados (cuyos afiliados sobrepasan los ocho millones de personas) forman una convergencia para desarrollar una compra corporativa, estarán en condiciones de inmunizar entre 15 y 20 millones de ciudadanos, considerando a familias (padres, esposas e hijos). Pero eso no es todo: las empresas y las corporaciones de todos los sectores solo están esperando las autorizaciones para concretar conversaciones previas. Según diversos trascendidos, una enorme confluencia de empresas y corporaciones en el Perú estaría organizando un pronunciamiento en el que plantearía inmunizar a los peruanos en cuatro meses. Pero falta la decisión.

De otro lado, el asunto de los registros sanitarios y las garantías del Estado para las vacunas en tercera fase de ensayos clínicos se resolvería con un simple decreto del Ejecutivo o una ley del Congreso. La norma debería establecer que el Perú homologa sus registros sanitarios a los registros de la FDA de Estados Unidos, la EMA de Europa y el Ministerio de Salud de la Federación Rusa. La consecuencia de esta decisión: el Estado debería garantizar a todas las vacunas registradas en estos países.

¿Qué sucede con el Congreso, los magistrados y los empresarios? ¿Acaso vamos a contemplar cómo la suma de ineficiencias del colectivismo estatista del Partido Morado y del Frente Amplio nos condena a una masiva destrucción nacional, por la no inmunización de toda la sociedad peruana en este año? ¿Acaso estamos renunciando a la defensa de la salud y la vida de nuestros padres, esposas,  hijos y hermanos? ¿Por qué la alarmante pasividad frente al monopolio estatal en la importación de las vacunas?

  • 17 de marzo del 2021

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