Venezuela, el régimen no da más

Crisis económica y política arrinconan al régimen bolivariano

Venezuela vive su peor crisis económica en el tercer año del régimen de Nicolás Maduro. Las largas colas generadas por el desabastecimiento de productos de primera necesidad han desembocado en una ola de violencia y más de 56 saqueos en los principales estados y ciudades del país.

Sin embargo el régimen se endurece encarcelando a empresarios, a quienes acusa de conspirar contra el gobierno, y culpa ahora a los Estados Unidos del desastre económico: “tengo en mis manos los documentos del Pentágono donde se diseña la estrategia para llenar nuestra patria de violencia”, ha señalado Maduro.

Pero la madre del cordero es la crisis de la economía. Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) el PBI de Venezuela se contraerá este año en -5.5%, la inflación anual superará el 180%, la pobreza aumentará en 6%. En otras palabras, se la ha venido la noche a la administración bolivariana.

En medio de la economía que se cae y el desabastecimiento, se aproximan las elecciones de diciembre para el Parlamento Bolivariano, pieza vital para el régimen chavista y el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que ha impuesto como candidata a Cilia Flores, esposa de Maduro.

Una encuesta publicada a fines de julio por la empresa Datanálisis señala que el 83% culpa a Maduro de la escasez y en otra encuesta de la consultora Hercón la oposición tendría una gran ventaja y ganaría las parlamentarias con más del 70%. Es evidente que ante estos datos el régimen autoritario y estatista no se quedará con los brazos cruzados.

Quizá ya hayamos sido testigos de la estrategia del chavismo para los próximos meses. No es casual entonces que en las últimas semanas Maduro haya provocado a sus vecinos Colombia y Guyana inventando enemigos y agudizando contradicciones externas para buscar “apoyo popular en defensa de la nación”.

En las últimas semanas las tensiones con los dos países mencionados han escalado debido a un decreto firmado por Maduro llamado “ZODEMAIN” (Zonas Operativas de Defensa Integral Marítimas e Insulares), en el que se delimita áreas marítimas del Atlántico de forma unilateral. La conducta venezolana ha motivado el rechazo firme del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y del de Guyana, David Granger. Maduro tildó a este último del “Uribe guyanés”

El libreto de los regímenes de corte dictatorial es conocido. Se trata de crear un enemigo de afuera para que convoque la unidad interna. Al respecto vale recordar la estratagema de la dictadura castrista de culpar “al Imperio” para perpetuarse por más de 50 años en el poder. ¿Cuál será el siguiente paso del régimen bolivariano?  Dependerá del tipo de respuesta de la oposición que hoy se agrupa en torno a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Pero es evidente que el oficialismo buscará la desarticulación y la división de las fuerzas opositoras.

El régimen ha encarcelado a Leopoldo López, Antonio Ledezma y ha vetado a María Corina Machado, tres importantes líderes opositores, pero, además, hasta hoy tiene éxito en dividir a las fuerzas opositores.

La crisis económica y política es en suma el resultado de las irresponsables y trágicas políticas populistas tomadas primero por Chávez y seguido  por Maduro. Es la paradoja de un país rico, con la mayor reserva petrolera del mundo, en el que la pobreza supera el 32%, la tasa de criminalidad aumentó en el 2014 al 444% y la polarización tardará décadas en cicatrizar. Es la vieja utopía del Leviatán estatal que quiso borrar las fuerzas del mercado y de la sociedad de un soplo. Allí están los resultados.