A través de la prensa de los Estados Unidos se acaba de...
De acuerdo a la Superintendencia Nacional de Migraciones, entre febrero y julio más de 11,000 PTP (Permiso Temporal de Permanencia) han sido otorgados a jóvenes venezolanos para trabajar legalmente en el Perú. Una motivación para contratarlos en tanto tengan sus papeles en regla. Aun así, muchos no consiguen la oportunidad de oro, y solo son vendedores ambulantes. Los vemos entre ómnibus y tiendas, demostrando que el lugar de donde salieron vive hoy un calvario como resultado de un régimen autoritario y un modelo económico estatista.
Según el ránking Doing Business, que clasifica a los países por la facilidad que ofrecen para hacer negocios, Venezuela se encuentra en el 188º puesto de los 190 países evaluados. Los analistas ven poco probable que Nicolás Maduro cambie el modelo centralizado de una economía que se contrajo 36% en los últimos cuatro años, y hoy está al borde de la hiperinflación y con la producción petrolera en caída. ¿La solución? Hace unos días el Gobierno venezolano anunció que se implementará un nuevo sistema de criptomoneda —moneda virtual de intercambio— llamado el “petro”, a partir de las reservas petroleras, de oro, diamantes y gas. Con esta moneda se pretende, vencer el bloqueo financiero, y las sanciones estadounidenses que, desde agosto pasado, prohíben a ciudadanos y entidades de ese país transar nuevas deudas. Estas medidas prácticamente cierran el acceso del país a los mercados financieros. Para entidades privadas, la deuda externa venezolana incluye US$ 45,000 millones de deuda pública, US$ 45,000 millones en deuda de PDVSA, US$ 23,000 millones en deuda con China y US$ 8,000 millones con Rusia.
Mientras tanto, delegados de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD, alianza de casi tres decenas de partidos opositores), y del gobierno chavista se reunieron el fin de semana pasado en República Dominicana, con miras a resolver la crisis humanitaria que ha desatado la angustia, la rabia, el dolor y la migración de miles. La idea era acordar unas elecciones presidenciales del 2018 adecuadas, ante la vista de “países garantes” como Bolivia, Chile, México, Nicaragua y Paraguay. Recordemos que los opositores partidos de Henrique Capriles (Primero Justicia), Henry Ramos Allup (Acción Democrática) y Leopoldo López (Voluntad Popular) anunciaron que no participarán en las elecciones municipales de este mes en Venezuela porque consideran que no existen condiciones para “un proceso libre y transparente”. La decisión llega tras peleas internas en la MUD, que incluye a partidos de centro, centroizquierda, izquierda y hasta disidentes del chavismo, quienes quisieron detener al presidente Hugo Chávez desde el 2008.
Meses atrás, miles exigieron la salida de Nicolás Maduro en protestas que dejaron más de 125 muertos. ¿Cómo está ahora la oposición? En pie de lucha contra ellos mismos. Los dirigentes de esas protestas hablan de una refundación de la alianza opositora por una crisis que siempre estuvo ahí. Solo que ya explotó la herida en el peor momento. El chavismo triunfó en las últimas elecciones regionales (18 de las 23 gobernaciones), y las fracturas de la MUD quedaron al desnudo. Contradiciendo su línea, cuatro de sus cinco gobernadores se juramentaron ante la hipócrita Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Es importante tener en cuenta que la MUD está dividida y debilitada mientras que Maduro sueña con otro mandato. ¿Es posible seis años más de chavismo? Quiere decir que las ambiciones personales, acumulación de errores y contraofensiva del chavismo fueron más importantes. ¿Qué significa esto para Venezuela? Seguir con la desobediencia civil sería la única puerta para salir de los problemas en los que están envueltos.
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