Venezuela a la carta

La activación de la Carta Democrática Interamericana

A través de un informe Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estado Americanos (OEA), invocó que se active la Carta Democrática Interamericana contra Venezuela, país gobernado por el régimen autoritario del chavista Nicolás Maduro. La activación de la Carta Democrática representaría el contundente rechazo, de parte del máximo ente que agrupa a los países del hemisferio, a un gobierno antidemocrático que ha llevado al país llanero a una de las crisis políticas, económicas y sociales más grandes de su historia.

¿Por qué se activa la Carta Democrática contra un país miembro? El artículo 20 de la OEA faculta que el secretario general o cualquier Estado miembro pueden pedir la activación de la Carta Democrática o la convocatoria de una reunión del Consejo Permanente cuando “se produzca una alteración del orden constitucional que afecte gravemente el orden democrático”. En el caso de Venezuela, el presidente Henry Ramos Allup y otros miembros de la Asamblea Nacional, hoy con mayoría opositora, solicitaron ante el secretario general que se active la Carta Democrática. Las razones sustentadas por los parlamentarios opositores son varias, entre ellas que el gobierno chavista ha violentado los Derechos Humanos de líderes opositores, encerrándolos en cárceles sin un proceso judicial debido, y que hoy en Venezuela se ha coartado la libertad de expresión y reunión de la oposición. El informe de Ramos Allup fue el detonante para que Almagro pida al Consejo Permanente de la OEA esta activación.

La Carta Democrática es un documento que establece y señala los puntos centrales de la democracia representativa, la libertad de expresión, el respeto a los Derechos Humanos y la separación de poderes. Aprobada por la Asamblea de la OEA en setiembre de 2001, para que la Carta Democrática se active contra Venezuela, el secretario general ha solicitado la convocatoria de un Consejo Permanente de los Estados entre los días 10 y 20 de junio en República Dominicana, y debe ser aceptado por los dos tercios de los 35 países miembros de la OEA. De activarse la Carta Democrática, Venezuela y el gobierno de Maduro serán suspendidos como miembro del organismo y sufrirían serias sanciones económicas y políticas. “La continuidad de las violaciones de la Constitución, especialmente en los que se refiere a equilibrio de poderes, funcionamiento e integración del Poder Judicial, violaciones de Derechos Humanos, procedimiento para el referéndum revocatorio y su falta de capacidad de respuesta respecto a la crisis humanitaria que vive el país” son parte de las razones que sostiene el informe que Almagro ha presentado ante el Consejo.

La reacción del chavismo ha sido contundente. El presidente Maduro ha señalado que entablará un juicio a la Asamblea Nacional y a los diputados que pidieron que se active la sanción contra el país llanero. Además Maduro ha llamado al chavismo a levantar un movimiento popular en contra de las decisiones de la OEA y de Luis Almagro, a quien calificó de “escoria imperial” y “traidor a la causa antimperialista”.

Es imposible pronosticar que la Carta Democrática se active contra Venezuela porque se necesitaría de la aprobación de la amplia mayoría de Estados miembros. Vale recordar que muchos países integrados en el ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos América) tienen lazos comerciales con Venezuela y se resistirán a aprobar sanciones contra el régimen de Maduro. Mientras aquello sucede, Venezuela está hundida en una recesión económica y caos social.