Mercosur: la soledad de Maduro

Quizás estemos ante el fin del Mercosur

La resistencia de Argentina, Brasil y Paraguay a que Venezuela ocupe la presidencia pro tempore del Mercosur ha originado una agria respuesta del gobierno de Nicolás Maduro y la canciller Delcy Rodríguez, y de paso una grave crisis en el bloque comercial. Venezuela considera que se ha formado una “triple alianza de la derecha extremista” contra el gobierno bolivariano, integrada por países que respaldaron el Plan Cóndor. Maduro y la canciller Rodríguez han indicado que la presidencia pro tempore les pertenece y corresponde por derecho, y “no van a retroceder hasta obtenerlo”. La insistencia de Maduro y su gobierno para obtener el mando temporal del Mercosur podría ser también el fin del bloque comercial.

En una iniciativa unilateral, el 29 de julio pasado Uruguay puso fin a su presidencia pro tempore, oportunidad esperada por Venezuela para reclamar el mando del bloque comercial. Sin embargo, los presidente de Argentina, Brasil y Paraguay rechazaron que Venezuela dirija el Mercosur, y culparon a Uruguay de agravar el problema sobre qué país debe hacerse cargo de la presidencia. Vale recordar que semanas atrás las cancillerías de Argentina, Brasil y Paraguay vetaron a Venezuela para que asuma la conducción del Mercosur porque, según aquellos, el país gobernado por Maduro no protegía los derechos humanos y no estaba en condiciones políticas y económicas estables para la conducción.

Hoy se puede decir que el Mercosur está en medio de un limbo, ya que no se sabe quién ocupará la conducción del bloque comercial regional. Mientras que Maduro reclama la presidencia pro tempore, Argentina ha invocado el Artículo 6 del Consejo de Mercado Común, en el que se señala que se necesita un mecanismo de transición para que la presidencia sea pasada de las manos de Uruguay hacia otros estados miembros. También Paraguay se ha opuesto de forma implacable a que Maduro se ocupe ahora del Mercosur. La cancillería paraguaya ha señalado que en el Artículo 37 del Consejo de Mercado Común se dice que “las decisiones de los órganos del Mercosur serán tomadas por consenso y con la presencia de todos los Estados Partes”. De otro lado, José Serra ha señalado que “imaginar a Venezuela dirigiendo el Mercosur a veces causa escalofríos”.

La polémica surgida por la presidencia pro tempore podría ser en fin del bloque comercial, que ya tiene varias crisis debido a su excesivo proteccionismo, incluso entre los mismos estados miembros. Si Venezuela insiste en conducir el bloque regional pueden paralizarse las negociaciones para un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea.

De otro lado, el gobierno de Maduro ha tenido que recurrir al pequeño país de Jamaica para obtener comida, equipos de agricultura, materiales de construcción y medicinas, a cambio de petróleo. La crisis económica y política en la que está sumida Venezuela no tiene parangón en su historia. Semejante escenario se da en momentos en que el mandatario estaría a un tris de un proceso de revocatoria organizado por la oposición.

Todo indica que el Mercosur desaparecerá, y quizá estemos ante el principio del fin.