Macri en alianza con la izquierda

Mauricio Macri ha sorprendido a toda la clase política argentina y a los observadores internacionales. Desesperado por subir en las encuestas, el presidente gaucho anunció que el peronista Miguel Ángel Pichetto sería el candidato a la vicepresidencia en su fórmula presidencial. De esta manera Macri sella una alianza con un representante de un sector importante de la izquierda argentina para desplazarse a una posición más de centro, limando las asperezas de su clara ubicación a la derecha y como una manera de restarle espacio a la dupla Alberto Fernández - Cristina Kirchner

La presencia de Pichetto a la plancha de Macri ha conmocionado al mundo político argentino. Este hecho representa un episodio inédito en el país, pues la centro derecha se acaba de aliar con la izquierda en una elección presidencial. Una alianza contranatura, señalarán los más críticos.

Como sabemos, el peronismo es la mayor fuerza de la izquierda en Argentina. Desde el presidente Juan Domingo Perón, este sector se ha caracterizado por ser extremadamente populista. El asistencialismo, el mercantilismo, la subvención y las prebendas caracterizan al peronismo. Si Argentina hoy no es una potencia mundial, como le corresponde, se explica en gran parte por los gobiernos peronistas. El motivo: Argentina se enrumbó hacia el proteccionismo, el control de mercados y precios, y el desarrollo del Estado empresario, mientras crecía el gasto estatal y la planilla clientelista. Durante los doce años de kirchnerismo, el gasto público se incrementó notablemente, agudizando la crisis generada por una larga historia de desaciertos económicos.

Sin embargo, el peronismo está dividido en diversos bloques, principalmente el peronismo kirchnerista (Unidad Ciudadana) y el peronismo no kirchnerista. Hasta hace unos días, Pichetto era el presidente del bloque del Peronismo Federal en el Senado argentino. Tuvo que renunciar para oficializar su alianza con Macri. La intención del presidente Macri es que Pichetto traiga consigo a la mayor cantidad de peronistas no kirchneristas. Este sector gobierna en la mayoría de regiones del país rioplatense y, en apariencia, tiene mayores simpatías.

Antes de esta alianza, este escenario parecía una locura. Sin embargo, la caída en las encuestas de Macri y el repunte de Kirchner obligaron a Macri a tomar esta medida. Según la consultora Gustavo Córdoba & Asociados, Fernández vencería a Mauricio Macri en una eventual segunda vuelta, con un contundente 44.6% frente a 36.7%.

No obstante, el máximo rival de Macri no son Cristina ni Alberto Fernández, sino las cifras en rojo de la economía. En el último año la inflación alcanzó el 54.7%, la pobreza subió 6% (del 26% al 32%), el desempleo alcanzó al 9% de argentinos y la devaluación de peso argentino continúa.

El problema de esta alianza insólita es que acentuaría el principal error cometido por Macri: el gradualismo. Una mixtura contra natura de la izquierda y la derecha, en base a criterios electorales y no programáticos, acentuaría la indecisión y la incapacidad de la actual administración para implementar la reforma del Estado y el urgente ajuste de los gastos y la planilla estatales.

De ganar las elecciones Macri es muy probable que nada cambie, pues el peronismo no lo dejaría hacer las reformas impopulares, pero necesarias. Sin embargo, el retorno del kirchnerismo sería mucho peor, pues no solo retornaría una gestión ineficiente sino también corrupta y de clara tendencia autoritaria.