Vanguardia de la diversificación

Sobre el impresionante crecimiento sostenido de las agro-exportaciones no tradicionales.        

Contra el sentido común estatista y pese a la desaceleración del crecimiento económico, las exportaciones no tradicionales de la agroindustria se han convertido en la vanguardia de la diversificación productiva del Perú, que viene siendo impulsada por el libre comercio.

Solo en enero pasado, mientras las exportaciones totales cayeron 12% y las no-tradicionales 1.6% -frente a enero del 2014- las agroexportaciones crecieron 6.3% y alcanzaron los US$ 403 millones, según la Sunat.

Y según Comexperu (Sociedad Nacional de Exportadores), los productos estrellas son las uvas, el mango y los espárragos. Los envíos de uvas alcanzaron en enero un valor de US$130 millones y mantienen desde el 2010 un ritmo de crecimiento anual de 23.3%; los de mangos llegaron a US$ 58 millones -16% más que en enero del 2014- y crecieron 53.7% del 2010 al 2014; y los de espárragos sumaron US$ 33 millones, 9.7% más que en enero anterior, y crecieron 61% en los cinco años previos.

Además de esos productos hay una variedad de frutos que exportamos, como pimientos piquillo y morrón, alcachofa, palta, papaya andina y criolla, granos andinos, arándanos, etc., que tienen demanda en los mercados internacionales.

Pero, en general, las exportaciones con mayor valor agregado han crecido en volumen, durante la última década, más de 200%,muy por encima de las tradicionales. El año pasado, pese a la crisis económica global, las primeras aumentaron en 5%. Estas cifras reflejan una creciente diversificación productiva.

¿Cómo el libre comercio ha hecho posible este crecimiento? Según la Cámara de Comercio de Lima (CCL), el 2014 los envíos de mercancías no tradicionales crecieron impulsados por la demanda de los 17 países con los que tenemos libre comercio (TLC), la cual aumentó en 4% y alcanzó un valor total de US$10,502 millones.

Otro dato importante es que siete de los 17 TLC concentran el 82% de nuestras exportaciones no tradicionales, por un monto total de US$9,534 millones. A los Estados Unidos se exportó el año pasado US$2,855 millones, a la Unión Europea US$2,337 millones, y a la Comunidad Andina US2,108 millones. En ésta última los principales compradores son Colombia y Bolivia.

Aparte de los envíos agroindustriales, también destacan los de maderas y papeles, los metal-mecánicos y los siderúrgico-metalúrgicos. La demanda de los mercados externos, como se aprecia, crece no solo en volumen sino también en variedad de productos. Esta última demanda es el principal motor de la diversificación productiva.

Los hechos reseñados nos confirman que el libre mercado es la mejor heramienta para que un país diversifique su economía y no dependa solo de sus recursos naturales o materias primas. Todo lo contrario ocurre en los países estatistas donde, por imponer desde el estado una supuesta “diversificación industrial”, acaban siendo monoexportadores de recursos naturales. Venezuela, por ejemplo, depende hoy exclusivamente del petróleo, que representa el 90% de sus exportaciones.

¿Qué hacer para avanzar más en la dirección correcta? El sector privado aporta capital y trabajo, pero el Estado no corresponde ese esfuerzo y, por el contrario, le pone trabas al comercio exterior. Por ejemplo, los proyectos de irrigación que permitirían multiplicar las agroexportaciones avanzan a paso de tortuga, frenados por obstáculos tributarios, laborales, sanitarios, de seguridad, municipales, etc, etc, etc.

Y por si fuera poco, en el Congreso espera ser debatido un proyecto que pretende eliminar la Ley de Promoción Agraria que hizo posible el crecimiento de nuestra agroindustria. Acabar con toda esta rémora burocrática es un imperativo si queremos que el Perú siga creciendo.

  24 - Mar - 2015