Algunos días después de la APEC, poco a poco, el Per&uac...
Ha muerto un hombre que fue clave en el desarrollo de la agricultura y la agroexportación peruana: Rafael Quevedo Flores. Nació en 1936, el distrito de Sarín (región La Libertad), fue ingeniero egresado de Escuela Nacional de Agricultura (hoy Universidad Agraria La Molina) en el año de 1958, y desempeñó diversos cargos relacionados con la agricultura –siempre promoviendo la exportación–, incluso el de Ministro de Agricultura del Perú durante el segundo gobierno de Alan García Pérez. Fue condecorado en junio del año 2010 con la Medalla del Ministerio de Agricultura por su desempeño en beneficio de la actividad agraria.
Es imposible desvincular a Rafael Quevedo del boom de las agroexportaciones peruanas de los últimos años: en dos décadas se incrementaron las agroexportaciones de US$ 651 millones a más de US$ 10,000 millones. En ese lapso se captaron más de US$ 20,000 millones en inversiones. Y todo ello se logró gracias a la Ley de Promoción Agraria (Ley 27360), la Constitución de 1993 y los 22 tratados de libre comercio que firmó el Perú. Lamentablemente, la Ley de Promoción Agraria fue derogada durante el gobierno provisional de Francisco Sagasti, frenando las inversiones en el sector agroexportador..
Igualmente, vale anotar que con el boom agroexportador se incrementó el empleo formal en el sector, de 460,000 –entre directos e indirectos– en el 2004 hasta más de un millón en la actualidad. Algunas empresas llegaban a contratar a cerca de 15,000 trabajadores por campaña, con todos los derechos sociales reconocidos. Por otro lado, la pobreza en las regiones agroexportadoras cayó por debajo de la media nacional. En Ica, por ejemplo, la pobreza se redujo a 10% de la población cuando los pobres del país sumaban en promedio el 20% antes de la pandemia. Hoy son el 29% de la población.
Según Alfredo Ardiles, gerente general de Agroperú, entre los principales logros de Rafael Quevedo están el impulso al Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y el Perú, que permitió el ingreso de la palta Hass peruana a Estados Unidos; la aprobación del Reglamento de Protección a los Derechos de los Obtentores de Variedades Vegetales, que promueve los trabajos de investigación y patentes de científicos peruanos en mercados internacionales; su aporte al Capítulo Agrícola de la Alianza del Pacífico, que destaca la importancia de la complementariedad agrícola de los países miembros; la creación del programa Agroideas; y la propuesta del PSI Sierra (Proyecto Sectorial de Irrigación para la Sierra), que permitió llevar la tecnología de riego tecnificado a la Sierra para optimizar el uso del agua e incrementar la producción.
Rafael Quevedo también tuvo una muy destacada actividad como empresario, que se inició como administrador de fundos en la década de los años sesenta. Gracias a su visión empresarial logró llevar productos como el espárrago, el pimiento, el piquillo y la alcachofa a los mercados de Europa, Canadá y Estados Unidos. Y a través de la empresa Talsa impulsó el trabajo de los agricultores de zonas altoandinas, convirtiéndose en el primer caso exitoso de Sierra Exportadora. También en esta faceta de su actividad recibió importantes reconocimientos, como ser nombrado “Empresario del Año 1992” por la Cámara de Comercio de La Libertad y el Premio Antenor Orrego, otorgado por la Universidad Privada Antenor Orrego.
Es evidente, pues, que Rafael Quevedo es un padre fundador de la agricultura moderna en el Perú.
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