Editorial Economía

Radicales enfilan contra proyecto de Litio

Proyecto de Puno es el más grande del mundo

Radicales enfilan contra proyecto de Litio
  • 07 de diciembre del 2020

Paradójico. El proyecto de litio Falchani, en el distrito de Macusani (Puno) es atacado por el ambientalismo ideológico. El mineral del milenio, esencial para la reducción de las emisiones de CO2 y para las tecnologías energéticas limpias y amigables con el medio ambiente, es desacreditado por los ambientalistas ideológicos.  

Según las oenegés antimineras, la producción de litio –elemento base para la fabricación de baterías para vehículos eléctricos y sustitutos de los vehículos con motores de combustión interna– genera minerales radioactivos como el uranio. Los ambientalistas izquierdistas también han señalado la posible ilegalidad del proyecto de litio, por la ausencia de una legislación que norme las actividades de producción, almacenamiento, transporte y comercialización de uranio. 

Al respecto Ulises Solís, gerente general de Macusani Yellowcake SAC, ha señalado que la producción de litio en Falchani es independiente del uranio. Por tanto, para la producción de litio no sería necesaria una norma que regule las actividades vinculadas al uranio y otros minerales radioactivos. Vale señalar que en agosto de 2018 el ex presidente Martín Vizcarra anunció la presentación de un marco legal para regular las actividades relacionadas con los minerales radioactivos. Solís también ha dado a conocer la posibilidad de producir más adelante el uranio encontrado en el yacimiento de Puno. La estrategia de los antimineros es, entonces, atemorizar a la población del sur vinculando –sin evidencias científicas– al litio con el uranio y una probable contaminación radiactiva bastante mayor.  

Además, según la ONG Cooperacción, en la extracción de litio a cielo abierto, el tajo de “tres kilómetros de extensión y un kilómetro de profundidad” afectará el paisaje natural. Vale señalar que el proyecto Falchani se ubica a 4,500 metros sobre el nivel del mar, en la meseta Macusani, zona clasificada como región janca en los Andes peruanos. En el lugar –altamente seco, de temperaturas entre 15 ºC y -8 ºC– predominan los pastizales tipo paja (ichu del altiplano), alimento solo para camélidos. Así también, según el Diagnóstico de los Ecosistemas de Montañas en el Perú (2013), elaborado por el Ministerio de Agricultura (Minagri) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), en las zonas altas de la cordillera andina, la densidad poblacional es un habitante por kilómetro cuadrado, la mayor parte de ellos asentados en los campamentos mineros.   

La ofensiva constante del ambientalismo ideológico contra las inversiones mineras deja de lado las características de los Andes peruanos, altamente mineralizada y volcánica, con territorios contaminados de manera natural por el fenómeno lahar. ¿Hacen los mismo las corrientes de agua subterráneas mineralizadas que han conformado numerosos baños termales, convertidos en atracciones turísticas en diversos poblados de los Andes, desde Cajamarca hasta Puno? Así también, las aguas naturales conteniendo calcio, magnesio, potasio, sodio y litio son industrializadas como agua de mesa en, por ejemplo, en Llocllapampa (Junín) y San Mateo (Lima). 

Con el proyecto de litio de Macusani, Perú será parte del círculo virtuoso de productores del mineral de la Cuarta Revolución Industrial. La inversión de US$ 844 millones para producir durante 36 años 4.7 millones de toneladas de litio al 99.82% de pureza, libre de minerales radioactivos, pondrá a Perú en los ojos del mundo. En 2023, cuando Falchani comience a producir, será el proyecto de litio más grande del mundo. 

Por el “oro blanco” de Puno, el país obtendrá más divisas, rentas, canon y regalías, y habrá mayores presupuestos locales, puestos de trabajo, y convenios de cooperación con los poblados cercanos al proyecto. Beneficios mineros que han transformando la zona andina y que el marxismo se niega a reconocer. El Perú no puede perder esta gran oportunidad por la gran demanda mundial que se avecina: 1,800 millones de toneladas de litio en 2030.

  • 07 de diciembre del 2020

NOTICIAS RELACIONADAS >

¡Es hora de privatizar Petroperú ya!

Editorial Economía

¡Es hora de privatizar Petroperú ya!

  Todo indica que el Ejecutivo seguirá desarrollando salv...

15 de julio
Las agroexportaciones, una columna central del desarrollo nacional

Editorial Economía

Las agroexportaciones, una columna central del desarrollo nacional

  Si en el Perú se tuviese que desarrollar un inventario ...

15 de julio
Las llamadas concesiones ociosas y el antisistema

Editorial Economía

Las llamadas concesiones ociosas y el antisistema

  La decisión del Congreso de no aprobar una nueva ley de...

14 de julio

COMENTARIOS